El presidente de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas, ha asegurado hoy que el año 2016 “ha venido marcado por la incertidumbre institucional y política que ahora debe dejar paso a un período presidido por la estabilidad y el consenso, especialmente en nuestra provincia”.
Sánchez Rojas ha valorado lo acontecido en los últimos meses, desde la perspectiva empresarial, y ha lanzado “el reto colectivo, como sociedad, de poner en marcha una estrategia de creación de empresas que corrija nuestro gap en capacidad productiva respecto a media nacional, con el objetivo de hacer crecer el tejido empresarial en cantidad, calidad y orientarse también a que las pequeñas y medianas empresas crezcan y sean competitivas fuera”, ha indicado. “La ITI debe ser la herramienta, porque no habrá otra en el futuro”, ha añadido en referencia a Iniciativa Territorial Integrada que debe estar a pleno rendimiento en 2017.
El balance de la CEC de este 2016 supone también el final del actual mandato de Sánchez Rojas y su equipo ejecutivo al frente de la CEC: “Nos sentimos muy orgullosos del respaldo que los órganos de gobierno han expresado sobre nuestra gestión, apostando por la continuidad y recalcando que han sido años especialmente difíciles para los empresarios y para una organización que se pone metas muy altas como representantes de los empresarios de la provincia”, señala.
“Nuestro planteamiento sigue siendo trabajar por la cohesión y unidad de toda la provincia, respetando las particularidades de cada territorio, pero defendiendo Cádiz como una suma que aporta valor al conjunto”, agrega el presidente de la CEC.
La organización ha trabajado intensamente para incrementar su presencia y capacidad de influencia en el Campo de Gibraltar, “relacionando la marca CEC como referente empresarial en esta comarca y superando así etapas pasadas”, ha expresado, agradeciendo el apoyo demostrado por los grupos de interés y agentes sociales, que tuvo su máxima muestra en la inauguración de la nueva sede permanente de la CEC este pasado otoño.
Pulso empresarial y económico
“Nuestra organización sigue creciendo alrededor de nuestras asociaciones y federaciones, que mantienen el pulso de las 18.000 empresas asociadas, y el mejor exponente de esto ha sido nuestra Convención Empresarial celebrada el mes de abril en Chiclana”, una cita que Javier Sánchez Rojas define como “parada técnica” y “revisión completa” de “nuestras prioridades empresariales y el mapa de demandas que se deben solucionar para avanzar en el desarrollo económico y la creación de riqueza”.
“No olvidemos que 2016 ha sido un año de incertidumbre institucional y política. El crecimiento de la economía se ha reflejado más en el consumo interno y la confianza de las familias, pero el camino para recuperar lo perdido durante la crisis no ha hecho sino empezar”, advierte.
La Convención y el resto de programación, grupos de trabajo y reuniones internas de la CEC, han aportado las claves y necesidades de seguir avanzando en las reformas para la competitividad de las empresas. “Hemos puesto foco en la necesidad de poner a las empresas en el centro de cualquier plan de fomento del empleo, la importancia de fomentar las exportaciones para que nuestro mercado sea cada vez más amplio, y la necesidad de cerrar el mapa de infraestructuras”, resume el presidente de la CEC.
De cara a 2017, el presidente de la CEC muestra la preocupación empresarial por la incertidumbre que generan nuevos anuncios de cambios normativos en Andalucía, “que afectan a la actividad de las empresas, gravándolas con nuevas obligaciones fiscales”. Los proyectos de ley de cambio climático, movilidad, agricultura, vida saludable, dependencia o cine, generan “situaciones de incertidumbre que penalizan la capacidad de planificar actuaciones y la posible atracción de inversiones, en un momento especialmente complicado dado que se pueden lastrar las favorables expectativas económicas generadas”.
A todo ello hay que unir la acción del Gobierno central, que adopta medidas tributarias que penalizan a las empresas y anuncia propuestas que afectan al mercado laboral, “sin someterlas previamente a la necesaria negociación con los agentes”. Incrementos en el impuesto de sociedades, alcohol y tabaco; tasa sobre bebidas azucaradas; el aumento del Salario Mínimo Interprofesional y las cotizaciones sociales, actualización de coeficientes catastratales, iniciativas sobre la jornada laboral, etc. “Todas ellas suponen de nuevo cargar sobre las empresas el peso de la recuperación”, finaliza Javier Sánchez Rojas.