La esencia de Cádiz la lleva Chiclana. Y desde el barrio de La Viña, lugar donde nace el 3x4 chirigotero llegaron los chiclaneros de 'Los Sereníssimos' en una jornada de Gran Final que ellos, más que ninguna otra agrupación, degustaron de principio a fin.
No miraron ninguna otra actuación. No quisieron saber nada de lo que pasaba en el Falla. Desde las ocho y media de la tarde en la antigua Peña Pedro Romero -esquina San Félix con Pericón de Cádiz- fueron llegando cada uno de los integrantes de esta chirigota. Con ellos sus familias con varios de sus miembros también luciendo desde bien temprano el disfraz que los ha catapultado al primer plano de la actualidad carnavalesca.
Pinturas, disfraces, afinación ... y muchos nervios. Las visitas de viejos carnavaleros servía para animar y poner algo más nervioso a estos jóvenes chirigoteros con ganas de demostrar que los más pequeños del concurso quiren reivindicar lo añejo. El padre de David y Javier Sánchez Mateo 'Los carapapa' llegaba hasta su lugar de reunión para darles un mensaje claro: "Le habéis puesto las pilas a las chirigotas de Cádiz".
Con todo esto iban pasando las horas y cuando menos se esperaba ya estaban cantando, para un público selecto, los dos pasodobles y cuplés inéditos que habían preparado en cuestión de horas para cantarlos en la Final. Cuando apenas habían podido repasar algunas de las letras uno de los componentes avisaba que era la hora de marchar para el Falla.
Y lo hicieron poniendo, seguro, la mejor de las formas de llegar al Teatro que se recuerde en muchos años. Cantando viejas coplas de carnaval y con el inconfundible sonido del bombo y la caja llegaron -por cuarta vez- estos chirigoteros chiclaneros al Falla entre centenares de incondicionales que no se quisieron perder esta cita.
Y es que eran muchas las muestras de apoyo a estos jóvenes chirigoteros. Como la familia que le tiró papelillos a su paso por uno de los latereles del Teatro. Ya dentro del coliseo gaditano de las coplas calentaron voces entre una gran expectación y con palabras de ánimo por cualquier pasillo por el que pasaran. Y entonces les tocó el turno. Era casi la una de la mañana...
Y como indican las crónicas "volvieron a poner patas arriba el teatro, desde la presentación, en la que volvieron a innovar por cuarta vez". Y es que estos jóvenes no quisieron faltar a la cita de comenzar su repertorio con algún punto gracioso de actualidad y llevaron al escenario del Falla las habituales macetas que cada año exornaban la Final y que este año el Ayuntamiento no ha colocado.
Con un primer pasodoble para homenajear a Enrique Villegas se ganaron el respeto y cariño de ese público carnavalero que los ve como los fieles sucesores del más tradicional estilo chirigotero del barrio de La Viña. En el segundo de los pasodobles quisieron tras un "esto es para nosotros" reflejar lo que suponía cumplir ese sueño de estar en la final. Cuplés también impactantes y frescos, el público lo premia con largos aplausos.
Ya en el popurrí lo dejaron todo, como si no hubiera una actuación más en su vida y se fueron del esecenario al grito de 'campeones, campeones' con el que el público los despidió.
Desde aquí la euforia, los abrazos, las lágrimas y la espera que continuó hasta las ocho de la mañana cuando recibieron el fallo del jurado. Un tercer premio -tras el Selu y Vera Luque- que sabe a primero en esta agrupación que ha logrado, después de 25 años, que una chirigota de la provincia de Cádiz escriba su nombre entre las afortunadas en llegar a este lugar. Chiclana sonó en el Falla y lo hizo de categoría.