El joven de unos 25 años acusado de un delito de agresión sexual supuestamente cometido a su prima, tras "consumir alcohol", en la feria de la barriada periférica de El Higuerón, en la capital cordobesa, ha manifestado este martes ante el juez que "a ninguna mujer" la ha puesto "una mano encima", de manera que ha negado que haya llevado a cabo algún "acto violento", aunque asevera que hubo "escarceos sexuales".
Durante el juicio, celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba y que ha quedado visto para sentencia, el procesado ha declarado que "casi seguro" que no mantuvieron relaciones sexuales "plenas", pero que no se acuerda por el estado de embriaguez en el que estaban y después de haber consumido "un porro", todo ello pese a informes forenses que concluyen que había "restos de semen" tras un análisis a la afectada, según ha apuntado la acusación.
No obstante, el joven ha relatado que estuvieron "a solas" y se empezaron "a besar", después de "beber bastante y fumar un porro", a lo que ha añadido que "ella pagaba las copas" y en un momento de la noche se marcharon "juntos a casa", donde "ella se cambió los pantalones vaqueros por unos cortos", para posteriormente irse de nuevo, según ha explicado el acusado.
Al respecto, ha indicado que durante los "escarceos sexuales", él no utilizó la fuera, ni ella dijo que parara, así como que tampoco gritó, de manera que, según su versión, "si hubiera gritado la habrían oído" en la zona con casas bajas unifamiliares y que estuvieron junto a las mismas.
Por su parte, la joven afectada, de unos 22 años, ha relatado que su primo le ofreció "fumar porros" y después le dijo que se fueran "a dar una vuelta", de modo que fueron a unos bancos, donde él no se le insinuó y ella niega que se besaran.
Sin embargo, ha declarado que después de que volvieran a casa y se cambiara de pantalones al tenerlos "sucios", salieron de nuevo tras proponérselo él, y en un momento dado, según confiesa, "me puso contra la pared; empezó a tocarme; a violar", tras lo cual se fue "llorando".
En este sentido, después de confirmar que tuvo lesiones en varias partes del cuerpo, ha comentado que no gritó, porque "no había nadie y no me podían escuchar", al tiempo que ha asegurado que "no quería tener una relación con él" y agrega que no pudo evitarlo, después de que le "agarró las dos manos".
Además, ha señalado que él la "amenazó" con que le "iba a pasar algo" si denunciaba, de modo que hasta dos días después no denunciaron los hechos ante la Policía porque "tenía miedo", según ha afirmado la joven.
EL RELATO DEL FISCAL
En concreto, la Fiscalía ha solicitado para el acusado una pena de diez años de prisión. Según recoge la calificación del Ministerio Público, en la madrugada del día 3 de julio de 2013, el procesado, con antecedentes penales no computables en este caso, se encontraba en el recinto ferial de la barriada periférica de El Higuerón acompañado de una joven, la hermana de esta y un primo.
A lo largo de la noche "estuvieron consumiendo bebidas alcohólicas", y en un determinado momento, según el fiscal, tras marcharse sus dos acompañantes a casa, se quedaron solos el acusado y la joven, si bien acudieron ambos al poco rato también a la casa, para después salir a dar un paseo juntos.
De este modo, el fiscal relata que "mientras paseaban por una calle a oscuras", el joven, con "claro ánimo libidinoso, estando ella de espaldas a él apoyada en la fachada de una vivienda, comenzó a hacerle tocamientos por debajo del pantalón", todo ello mientras le agarraba las manos con su otra mano.
Al respecto, apunta que "ella no manifestó voluntad alguna a dichas prácticas", sino que "se opuso a que el acusado continuara, diciéndoselo así". Sin embargo, agrega el Ministerio Público, "el procesado, con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, hizo caso omiso y tras forcejear con ella, la empujó hacia la pared, le bajó los pantalones, e inmovilizada", supuestamente cometió la agresión sexual.
Como consecuencia de todo ello, la joven resultó con lesiones en un brazo, en el pecho y en el abdomen. Según el fiscal, la afectada no ha renunciado a las acciones que le pudieran corresponder en estos hechos.