El base del Gipuzkoa Basket Jared Jordan, que no había anotado durante todo el partido, se jugó en los últimos segundos el triple que dio la victoria (69-67) a su equipo, la cuarta de la temporada, ante un Valencia que decepcionó aunque tuvo sus opciones de triunfo hasta el final.
Empezó como un rayo el conjunto donostiarra, animado por el buen hacer de Doblas y Díez cogió el timón (10-3) y encontró el camino al aro de un Valencia que salió muy frío y concedió opciones en la pintura.
Nedovic fue el encargado de calentar el hielo que se pegaba al basket de su equipo y el base serbio, casi en solitario, lideró la tímida reacción de los suyos, siempre a remolque hasta el descanso.
El equipo de Velimir Perasovic conocía los problemas de lesiones de su rival, el GBC sólo contaba con ocho jugadores para afrontar el partido, y sabía que mientras las diferencias fueran cortas sus opciones en el tramo final del encuentro se incrementarían de forma exponencial.
Su oportunidad llegó tras el descanso, la rotación local comenzó a dar muestras de agotamiento y el Valencia seguía firme, con Pau Ribas muy activo, por lo que la lógica comenzó a imperar cuando Valencia, también con un gran Van Roosom, cogió sus primeras ventajas y las riendas del marcador (37-42).
El encuentro se igualó y así transcurrió en el último cuarto, en el que se suponía que los guipuzcoanos podrían acusar ya el cansancio acumulado e hincar la rodilla, pero el público de Illunbe no cesó de animar y dio bríos para tener opciones de discutir la victoria hasta los instantes finales.
Con 66-66 se entró en el último minuto, sin Doblas en cancha por personales y el Valencia crecido ante la opción de victoria, sin embargo la moneda le salió cruz a los naranjas cuando Dubljevic erró uno de sus tiros libres y el base alemán Jordan la clavó desde el 6,75 para deleite de la sufrida afición vasca.