El Málaga volvió este sábado al trabajo, 56 días después de que realizará el pasado 12 de marzo el último entrenamiento, con lo que sigue el protocolo de LaLiga debido a la pandemia de coronavirus y al estado de alarma decretado por el Gobierno.
Los treinta jugadores designados para esta vuelta al trabajo por el cuerpo técnico se han dividido en dos turnos -matinal y vespertino-, y el primer grupo se ejercitó de forma individualizada en las instalaciones del estadio de La Rosaleda, tanto en el campo central como el anexo, informó el club malagueño.
Las sesiones, en este primer día, las organizó el técnico Sergio Pellicer en grupos de cuatro futbolistas por cada terreno de juego y no más de 45 minutos de duración.
Los futbolistas, como si fuera una pretemporada, realizaron ejercicios físicos y con balón para que se vayan adaptando poco a poco a la intensidad que tendrán las sucesivas sesiones a medida que vayan avanzando en las distintas fases del protocolo impuesto por LaLiga.
Las medidas de seguridad fueron muy estrictas, supervisadas por un inspector de LaLiga, y se vio a los empleados de mantenimiento del Málaga en labores de desinfección de las botas de los jugadores y los utensilios utilizados por éstos.
Antes, a la entrada a las instalaciones, los futbolistas fueron sometidos a distintas pruebas para medir su temperatura y se utilizaron gel de manos, guantes y mascarillas.
Tras ellos se desarrollaron los entrenamientos, acompañados con música desde la megafonía instalada en ambos campos.