El Valencia ha regresado este sábado a los entrenamientos en la ciudad deportiva de Paterna y su primera plantilla ha completado una atípica sesión de trabajo
El Valencia ha regresado este sábado a los entrenamientos en la ciudad deportiva de Paterna y su primera plantilla ha completado una atípica sesión de trabajo marcada por las estrictas normas impuestas en la desescalada del confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus.
El club ha divido a los cerca de treinta jugadores convocados (los veinticuatro de la primera plantilla y algunos canteranos) en tres grupos y dentro de los mismos ha establecido una llegada escalonada a Paterna.
Los jugadores han llegado ya cambiados desde sus casas y antes de acceder al recinto se han sometido a un control de temperatura y han recibido una bolsa con la ropa para el entrenamiento de mañana.
Entre los primeros en llegar han estado Ferran Torres, Gonçalo Guedes y Eliaquim Mangala. Durante la semana, siguiendo el protocolo de la Liga, el club había desinfectado las instalaciones y les había sometido a pruebas para confirmar que no están contagiados.
Después de esa llegada y bajo la atenta pero lejana mirada del entrenador Albert Celades y algunos de sus ayudantes, los jugadores distribuidos en tres campos diferentes y separados entre ellos han realizado diferentes ejercicios físicos y técnicos durante cerca de una hora.
Los futbolistas no llevaban mascarillas ni guantes pero sí los entrenadores y al acabar el entrenamientos han dejado la ciudad deportiva sin ducharse, algo que tendrán que hacer en casa mientras duren estas restricciones.
El club trabaja con la idea de que en unos días ya se pueda entrenar en pequeños grupos y que a mitad de junio se pueda retomar la Liga, de la que quedan once jornadas por disputarse.