Scariolo, que compagina su cargo de seleccionador con el de entrenador asistente de los Toronto Raptors, cogió los mandos de España en 2009
El seleccionador nacional de baloncesto masculino, el italiano Sergio Scariolo, cumplió este viernes su partido número 150 al frente del banquillo español en el primer partido de la tercera ventana de clasificación para el Eurobasket 2022 que disputaron en Gliwice (Polonia) contra el combinado local.
Scariolo, que compagina su cargo de seleccionador con el de entrenador asistente de los Toronto Raptors, cogió los mandos de España en 2009. Bajo la dirección del italiano, la selección ha vivido la época más brillante de su historia.
Los números hablan por sí solos: De los 149 partidos que Sergio Scariolo ha dirigido hasta hoy a la Selección, 62 han sido amistosos y 87 oficiales. El balance total es de 120 victorias y 29 derrotas. Sólo en partidos oficiales, la proporción es de 67-20.
Y esos triunfos se han traducido en siete medallas en los ocho grandes campeonatos en que ha estado al frente del equipo: Cuatro oros (Eurobasket 2009, Eurobasket 2011, Eurobasket 2015 y Copa del Mundo 2019), una plata (Juegos Olímpicos 2012) y dos bronces (Juegos Olímpicos 2016 y Eurobasket 2017).
Además, con los 151 partidos que alcanzará el domingo Scariolo al término de esta última ventana, sigue aumentando credenciales como el segundo entrenador que más veces ha dirigido a España, tan sólo superado por Antonio Diaz Miguel (434).
En su primer ciclo de cuatro años, el italiano consiguió el primer oro de España en un Europeo (2009) y se alzó con la plata olímpica (Londres, 2012) en un partido que quedará guardado en los anales de la historia: La final entre España y Estados Unidos, que acabó 100-107 a favor de los norteamericanos, tras 40 minutos de caviar para los amantes del baloncesto.
Sin embargo, pese a contar con una trayectoria de éxito sin precedentes, a Scariolo no se le puede valorar sólo por sus medallas. En sus años como seleccionador ha contribuido a construir una estructura técnica del más alto nivel en la pirámide de las selecciones masculinas, que incluye un estilo de baloncesto y unos valores que se transmiten desde las categorías inferiores hasta la Absoluta.