"Todavía queda Lydia Valentín para rato", ha dicho este lunes la levantadora de peso española tras retirarse sin agotar sus intentos en la categoría de -87 kg de los Juegos de Tokio, por las molestias en la cadera que lleva tiempo sufriendo.
La triple medallista olímpica (oro en Londres 2012, plata en Pekín 2008 y bronce en Río de Janeiro 2016), que levantó en la prueba un total de 225 kilos (103 en arrancada -no pudo con los 106- y 122 en su primer intento en dos tiempos), quedó segunda de su grupo tras la surcoreana Kang Yeoun-hee, que levantó 231 kilos (103 y 128).
El segundo puesto en su grupo deja a Valentín por delante en las opciones de medalla, a falta de que se dispute el grupo A en las próximas horas, en el que participarán la chilena María Fernanda Valdés, la dominicana Crismery Santana, la ecuatoriana Tamara Salazar y la venezolana Naryury Alexandra Pérez Reveron.
Pese a terminar en uno de los primeros puestos de su grupo, la ponferradina, de 36 años, tenía claro desde un primer momento que los de Tokio no eran sus Juegos.
"Me conozco perfectamente y sé cómo estoy técnicamente, cómo muevo los pesos días antes. Estuve sin entrenar tres días, ayer hice un poco de movilidad y ya son muchos años, tú sabes que no puede ser. Milagros, no", comentó la deportista al término de su prueba.
Valentín pareció ejecutar con relativa facilidad sus primeras dos arrancadas de 100 y 103 kilos, pero falló la tercera. En los dos tiempos ejecutó su primer intento exitoso en los 122 kilos para ponerse como cabeza de lista, pero cuando casi al final de la sesión iba a intentar los 126 kg optó por retirarse por las molestias.
"Ya en arrancada sentía que no desplazaba las piernas, inclusive me costaba el meterme abajo, y una vez que hice el primer intento ya vi pues que se empezaba a complicar. Intenté calentar un poquito más dentro antes de salir y ya vi que tenía bastante dolor y que no me iba a modificar mucho más. Entonces pues decidí no salir", explicó.
La haltera relató que en los últimos días había estado teniendo problemas en la cadera, que arrastraba desde España, y que esta misma semana ni siquiera tenía claro si podía competir o no. "Me infiltraron aquí en la Villa, con lo complicado que es, porque si no posiblemente no habría podido competir", contó en zona mixta.
"Ahora a recuperarme al 100 %, es lo que más me interesa", dijo Valentín, que tiene claro que no quiere que el final de su carrera deportiva llegue con la extraña situación profesional y olímpica a la que se ha visto arrastrada en Tokio 2020.
Esta era la primera vez que la española competía en los -87 kg. Su categoría habitual son los 76 kilos, pero una gastroenteritis la dejó fuera del Campeonato de Europa y le "trastocó tanto" este año, con cambios en la federación que la hicieron sentir "súper perdida" y un cambio de división que la obligó a subir mucho de peso en poco tiempo, dándole "problemas a nivel de salud, obviamente".
La levantadora de peso tuvo también comentarios críticos para la Federación Internacional de Halterofilia, de la que dijo que "hace lo que le da la gana y eso no es bueno para el deportista".
"Me hubiera gustado haber terminado mi carrera deportiva en unos Juegos Olímpicos, en mi categoría de peso y sin todo este lío que ha pasado este último año, con el ciclo olímpico tan bueno que había hecho desde 2017", dijo Valentín, que dijo que mira ya a París 2024.
"Al final yo también quiero estar en los Juegos Olímpicos como yo soy y en mi categoría de peso y dar el máximo, y ahora pues me quedo con una sensación muy rara, y no me gusta irme así", añadió.