Atender las necesidades de un mercado, buscar una salida profesional o satisfacer inquietudes personales son algunos ejemplos de aquellos que se animan a emprender un negocio por cuenta propia. Una opción que se ha vuelto cada día más rentable, dada la precaria situación laboral que se vive en nuestro país.
Es el caso de Amaya, Ignacio o Stephanie y David. “Empecé trabajando como Freelance y me di cuenta de que había necesidad de crear una empresa que ofreciera paquetes conjuntos en materia de traducción y cooperación para proyectos más complejos”, explica Amaya Blanco, gerente de Algarabia International Solutions.
Otros, por su parte, veían la zona de la costa y la bahía como una oportunidad en la que desarrollar su idea. “Siempre me habían gustado las furgonetas Volkswagen Camper de los 70 y 810 y veía que la parte de Tarifa era perfecta para desarrollar este proyecto”, indica Ignacio Fernández del Blanco, creador de Caracol Van.
Proyectos en los que ha jugado un papel fundamental Internet y las redes sociales. “Son un portal más en el que hay que aparecer, porque la gente, evidentemente, va a buscar a través de ellos y es la mejor forma de vender tu empresa y tu idea”, puntualiza Ignacio.
Cabe destacar que la mayor parte de los emprendedores que inician un negocio están motivados por un gusto especial por la actividad. Sin embargo, hay algunas ideas que marcan la originalidad y se desmarcan de lo establecido.
Es el caso de la empresa de Stephanie Schneeberger y David Márquez con Optimus Motion Play. Su afición por los juguetes Lego y la preocupación como padres sobre el desarrollo de determinadas competencias de sus hijos, les animó a desarrollar una idea en la que juego y aprendizaje fueran unidos. “A través de la creación de estos robots de Lego, el niño piensa que está jugando, pero lo que está desarrollando es una serie de habilidades como la relación con los demás, el trabajo en equipo, el esfuerzo y la creatividad”, subrayan Schneeberger y Márquez.
Estas son sólo algunas de las ideas que han llegado al Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de El Puerto en las que después se elabora un trabajo más complejo. “Aquí lo que hacemos es un plan de mercado, vemos si la idea es factible, estudiamos el mercado y a raíz de ahí buscamos financiación”, enumera Mabel, una de las técnicos del CADE. A esto se suma la formación en distintos aspectos que enriquecen a los emprendedores.
En el pasado 2012, el CADE de El Puerto creó un total de 80 empresas, puestas en marcha por un total de 93 emprendedores, la mayor parte de ellos menores de 40 años. Entre estos datos, destaca igualmente la elevada presencia de mujeres.
A ello hay que sumar que se generaron un total de 103 puestos de trabajo, procedentes tanto de nuevas empresas creadas como de planes de desarrollo, sólo el año pasado.
Esto refleja el gran espíritu emprendedor de la zona.