Las mesas de los portuenses esta Navidad presentarán prácticamente los mismos artículos que en años anteriores, pero con una restricción del gasto mucho mayor. Es lo que se detecta de las compras que se están realizando estos días en el Mercado de Abastos de la ciudad donde se pasea mucho, pero se compra poco. “Creemos que, en relación con el año pasado, las ventas caerán en torno a un 40-50%, porque los bolsillos están muy vacíos y la gente se da muchas vueltas, pero no compra”, explica uno de los placeros.

No obstante, y a pesar de la situación económica, lo cierto es que los portuenses no han hecho previsión y están dejando sus compras para el último momento. “Vienen un día, preguntando cuánto cuesta, al día siguiente vienen otra vez… y así creemos que estarán hasta la semana que viene cuando esperemos que se anime la cosa un poco más”. El único artículo que se salva de esta falta de previsión suele ser el marisco, aunque tampoco se ha observado grandes movimientos.
Sin embargo, los ‘placeros’ también consideran que las grandes superficies se lleva buena parte de la clientela, y achacan la escasa afluencia de público estos días a que se aprovechan las ofertas de última hora que realizan éstas.

En relación a las mesas, el artículo más demandado sigue siendo el marisco, al que se unirá en la noche de Nochebuena las chacinas, algún pescado al horno, rollos de carne ya preparados o cordero. Para el día 25 de diciembre, se cree que lo que más presente estará en las mesas de los portuenses será el tradicional puchero. “Vienen a llevarse muchos avíos del puchero, que es lo que más apetecerá seguramente el día de Navidad”, explican.

Entre los postres que podrán verse, seguramente, el más demandado estos día sea la piña, aunque, según comenta desde uno de los puestos, “hay poco donde elegir en esta época del año, y lo que suelen llevarse más para estas fiestas es la piña para el día 24 y las uvas para el 31”.

Los placeros confían en que las ventas se animen a medida que se vaya acercando los días festivos. Aun así, recalcan que la previsión de las ventas que hacen es “nula”, ya que “sólo hay que ver cómo está la plaza para darse cuenta de que la gente no tiene dinero y que hay mucha crisis en las familias”.