La Policía Nacional da por desarticulado un grupo dedicado a la distribución de cocaína a media escala entre El Puerto de Santa María (Cádiz) y El Cuervo (Sevilla) con la detención de seis personas de ambas localidades, que han sido puestas a disposición de la autoridad judicial por un presunto delito contra la salud pública.

Según explica el Cuerpo Nacional de Policía en una nota, en el marco de la 'operación Churruca', se ha incautado de un kilo de cocaína, sustancias para su corte, seis vehículos y unos 30.000 euros en efectivo.

Detalla que las detenciones han sido la culminación de la operación, iniciada el pasado mes de enero tras tener conocimiento de la existencia de un punto de venta de estupefacientes en un establecimiento hostelero de la localidad portuense.

En una primera fase de la operación, los investigadores comprobaron dicha información, constatando que eran los propios dueños del bar los que se dedicaban a esa venta diariamente y hacían los intercambios dentro del establecimiento.

Por ello, se detuvo a una trabajadora del bar, imputando al gerente del establecimiento además de a dos individuos que supuestamente se encargaban de abastecer de droga a los trabajadores del bar que se utilizaba como punto de venta.

Tras solicitar los correspondientes mandamientos judiciales se realizaron sendos registros en los domicilios de estos dos individuos, uno de los cuales se utilizaba como centro de operaciones. Así, se incautaron dos botes de papelinas ya preparadas para la venta, papelinas de medio y un gramo de cocaína, además de todos los útiles para su elaboración y 16 bellotas de hachís; más de 27.000 euros y joyas.

SEGUNDA FASE

La operación no terminó ahí, ya que en las vigilancias a estas dos personas se averiguó que la sustancia estupefaciente la adquirían en la localidad sevillana de El Cuervo. Tras las pesquisas policiales pertinentes se esclareció quiénes eran las personas de de dicha localidad que les suministraba la cocaína, siendo tres individuos que supuestamente se dedicaban a la venta de cocaína pura y de sustancia para el corte, ambas por separado, aparte de alguna venta puntual al por menor.

Para ello utilizaban pisos de alquiler, que cambiaban cada poco tiempo para dificultar investigaciones. En dichos pisos de alquiler era donde supuestamente realizaban los contactos con sus compradores y acordaban precio y cantidades, teniendo una pequeña muestra de la sustancia a vender.

De hecho, en los registros practicados se encontraron unas cuantas papelinas de 0,3 gramos, que eran las utilizadas para mostrar de prueba a los compradores, 700 gramos de cocaína en roca distribuida en diferentes paquetes envasados al vacío, preparados de esta manera para su venta, bolsas de plástico, una envasadora, además de una gran cantidad de tarjetas de teléfonos móviles que iba cambiando para despistar las posibles investigaciones y dos pistolas.

Los detenidos, de los cuales sólo uno de ellos contaba con antecedentes policiales por este tipo de delito, pasaron a disposición judicial junto con las diligencias instruidas.