La población portuense mengua un año más. Más de 800 personas han abandonado la ciudad en los dos últimos años, en un claro ejemplo de que el presente y lo que es peor, el futuro de ésta, no se presenta con muchas expectativas.
El barómetro perfecto de la densidad poblacional es el mejor ejemplo ilustrativo de que el panorama actual y las perspectivas de cambios son a día de hoy nada halagüeños. La tasa de paro o las dificultades de poder encontrar uno suman más si cabe un sombrío panorama preocupante.
El Puerto es la quinta población de la provincia de Cádiz en cuanto a número se refiere. Los datos oficiales ilustran una realidad que viene de la mano con el crecimiento exponencial de localidades vecinas que repuntan no solo en cuanto a número de población, sino en bajada de paro y en la apuesta decidida y seria de atraer turismo.
El que debiera ser la salida perfecta para paliar en buena parte los problemas de hacer crecer una economía demasiado dependiente de la temporalidad turística. Si El Puerto había sido el referente turístico en décadas pasadas, ahora es la población la que viendo la nefasta realidad la que comienza a mostrar el horizonte que se avecina. Dos años perdiendo población debiera servir para encender las alarmas de que el techo se ha tocado y que toca tomar medidas urgentes y medidas acordes a frenar la sangría que puede empezar a alargarse.