Salida de la Hermandad de Dolor y Sacrificio desde la Basílica portuense
El Dolor impuso en la calle la oración y el silencio, roto únicamente por el sonido de la horquilla y los rezos de los hermanos; su paso por las calles del Barrio Alto portuense llenaron de devoción por parte de los vecinos para recibir a los Titulares de esta hermandad del Martes Santo. La Virgen lució en su pecherín un corazón atravesado por siete puñales.