Se va criticando que el hemiciclo no se haya adaptado a las personas que, como él, tienen movilidad reducida. "Menuda vergüenza", ha exclamado
El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, físico de profesión, se ha despedido en el Congreso anunciando que vuelve a incorporarse a su plaza en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aunque seguirá en la dirección del partido si se lo pide Ione Belarra.
Pablo Echenique ha aprovechado su intervención en la última Diputación Permanente que ha celebrado el Congreso antes de la constitución de las nuevas Cortes, el próximo 17 de agosto, para despedirse de esta cámara "con orgullo", aunque criticando que el hemiciclo no se haya adaptado a las personas que, como él, tienen movilidad reducida. "Menuda vergüenza", ha exclamado.
También durante su turno ha mencionado varias veces a la ministra de igualdad en funciones, Irene Montero, poniendo en valor que haya peleado tan duro por los derechos del colectivo LGTBI y la libertad de las mujeres.
Echenique tiene que hablar ahora con la secretaria general de los morados sobre su futuro en el partido aunque, según fuentes de la formación, el cargo que ocupa ahora en la ejecutiva morada como secretario de Programas es perfectamente compatible con el trabajo que desempeñe en el CSIC.
No obstante, en el caso de que se mantenga como responsable de Programas o asuma cualquier otra función ejecutiva, no cobrará por ello.
Otra de las portavoces que ha dicho adiós este miércoles ha sido la de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que deja definitivamente la política, y que no ha dudado en censurar al PSOE por sacar pecho de los resultados de las elecciones del domingo.
"No sé que hay que celebrar cuando para la continuidad del Gobierno hay que añadir también al partido de Puigdemont. Cuando ya pensábamos que nos podíamos librar del Gobierno Frankenstein, parece que el Frankenstein va a volver con peluca", ha recalcado.
También ha emplazado al PP y al PSOE a que cambien la ley electoral porque, según ella, no puede ser que partidos con un 1 por ciento de los votos condicionen la gobernabilidad del país.