Los informadores denuncian un grave empeoramiento de la situación.
La prensa internacional es objeto de detenciones, agresiones y amenazas en Egipto, lo que llevó hoy a EEUU a pedir la puesta en libertad de los informadores y a los principales líderes europeos a calificar de “inaceptables” los ataques contra estos profesionales.
Las cifras de periodistas detenidos en El Cairo varían a cada momento y, en el caso español, la policía militar egipcia ha liberado a seis periodistas del canal regional TV3, de Cataluña, a quienes trasladó con los ojos vendados a dependencias policiales.
En una jornada en la que se sucedieron las agresiones e intimidaciones a los informadores, partidarios del presidente egipcio, Hosni Mubarak, rodearon el céntrico hotel Ramsés Hilton en busca de los corresponsales extranjeros que se alojan allí, según testigos.
Los periodistas extranjeros denuncian un grave empeoramiento de sus condiciones de trabajo por el deterioro de las condiciones de seguridad y, así, hoy se produjeron ataques a estos profesionales en los alrededores de la plaza Tahrir, epicentro de las manifestaciones contra el régimen de Mubarak.
Al tiempo, equipos de los medios de comunicación son requisados y la oficina en El Cairo de la cadena de televisión Al Yazira sigue ocupada por las autoridades.
Ante esta situación, la Casa Blanca condenó el “tratamiento a los periodistas en Egipto” que trabajan en la cobertura de los disturbios, subrayó que “los detenidos deben ser liberados” y tachó de “inaceptable” el “sistemático señalamiento” de los informadores.
Previamente, el Departamento de Estado de EEUU había calificado los ataques contra la prensa internacional de “campaña concertada de intimidación” para interferir con su trabajo.
También los principales líderes europeos aseguraron que “las agresiones contra los periodistas son totalmente inaceptables”, en una declaración conjunta firmada por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy; el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; la canciller alemana, Angela Merkel, y los primeros ministros británico, David Cameron, e italiano, Silvio Berlusconi.
En Madrid, al finalizar la XXIII cumbre hispano-germana, Merkel denunció las dificultades de los periodistas para informar con libertad y dijo que el presidente y el Gobierno egipcios deben asumir su responsabilidad para que los medios de comunicación puedan informar.
En el mismo sentido, la responsable de política exterior de la UE, Catherine Ashton, consideró “inaceptables” las intimidaciones y agresiones contra los informadores.
El Gobierno de Canadá solicitó al Ejecutivo egipcio que proteja “a los manifestantes pacíficos y los periodistas contra más ataques”.
A las condenas por los actos de violencia de que son objeto los informadores cometidos supuestamente por partidarios de Mubarak se sumó la organización defensora de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras.