Al menos 70 personas, entre milicianos rebeldes y civiles, han muerto entre ayer y hoy en los combates con fuerzas fieles a Muamar al Gadafi.
Al menos 70 personas, entre milicianos rebeldes y civiles, han muerto entre ayer y hoy en los combates con fuerzas fieles al coronel Muamar al Gadafi, en Al Zauiya, a 92 kilómetros al suroeste de la capital, según fuentes rebeldes.
Otras 300 personas han resultado heridas, según el director del centro de información de la oposición rebelde en Bengasi, Mohamed Salem Musa, quien aseguró a Efe "que hoy continúan los violentos combates en al Zauiya".
Musa agregó que en los combates ocurridos en las localidades de Briga (este), contra las que las fuerzas de Gadafi lanzaron una ofensiva sin éxito el miércoles y en Ras Lanuf (este), tomada ayer por los rebeldes, murieron 24 combatientes en las últimas 48 horas, que Musa calificó como "mártires".
Según el director del centro de información, en el cuartel de las fuerzas fieles a Gadafi de Ras Lanuf fueron hallados en las últimas horas los cadáveres de 50 uniformados maniatados y con impactos de bala.
"Fueron asesinados por no querer enfrentarse a las fuerzas revolucionarias", aseguró Musa.
Indicó que desconocía el número de bajas entre las filas de las brigadas gadafistas.
Según un ciudadano de Bengasi, Abdelsalam al Feituni, cuyo hermano Ashraf de 48 años y dos sobrinos, Ahmad, de 19 años, Salah de 25, se unieron hace cuatro días a las milicias rebeldes, el frente de batalla está ahora en la localidad de Ben Yauad, a unos 120 kilómetros al este de Sirte, lugar de nacimiento de Gadafi.
Al Feituni cuenta que hace cuatro días sus familiares se incorporaron a las filas rebeldes en Ajdabiya donde durante dos días recibieron entrenamiento en el manejo de las armas y tácticas militares antes de unirse a los combates de Briga y Ras Lanuf.
"Sabemos que va a haber muchos mártires, pero no nos preocupa, es normal", dice con total serenidad.
Por otra parte, continúa el recuento de víctimas mortales y la investigación de las causas de la explosión anoche en un arsenal a 30 kilómetros de Bengasi (este), segunda ciudad del país y en manos de los rebeldes desde el pasado día 21.
El portavoz del hospital Al Yala, Mohamed al Jarrubi, confirmó la muerte de al menos 30 personas, 17 de ellas miembros de los equipos de defensa civil.
Sin embargo, la cifra final aún se desconoce, ya que, tal y como comentó Al Jarrubi todavía hay cadáveres entre los escombros del almacén de armas, que se encontraba en el cuartel de Rayma.
Asimismo, las versiones sobre el origen de la explosión varían.
Un testigo, Ali Uryani, dijo ayer a Efe que vio cómo hacia las 19.10 hora local (17.10 GMT) caía en el polvorín un primer misil que causó una llamarada que se elevó a 40 metros. Otro segundo proyectil impactó en el mismo cuartel cuatro minutos después.
Sin embargo, hoy Imán Bugaighis, portavoz de la coalición revolucionara de Bengasi, dijo que no tenían los medios técnicos ni los equipos necesarios para investigar.
Indicó que tras escuchar distintos testimonios, era de la opinión de que se trataba de un sabotaje.