Ha repasado sus grandes éxitos junto a más de 40.000 fans que han llenado --aunque no del todo-- el estadi olímpic de Montjüic
El grupo de rock Bon Jovi, encabezado por su líder, Jon Bon Jovi, se ha dado un baño de masas este miércoles en Barcelona, donde ha repasado sus grandes éxitos junto a más de 40.000 fans que han llenado --aunque no del todo-- el estadi olímpic de Montjüic.
Las 150 toneladas del escenario y los 800.000 vatios de potencia del equipo de sonido han sido eclipsados por la melena rubia de Jon Bon Jovi en cuanto éste ha saltado sobre el escenario, entonando 'Raise your hands', la canción con la que ha abierto el concierto con exquisita puntualidad, justo a las 22.00 horas.
La banda, que completan Richie Sambora, David Bryan y Tico Torres, ha regresado con fuerza a un estadio que ha rozado el lleno absoluto y que conocían a la perfección, pues ya tocaron en 2005 --con Van Halen y Pretenders-- y en 2008, pero como siempre, el de New Jersey ha acaparado todas las miradas.
Jon Bon Jovi ha saltado sobre el escenario lleno de energía, pertrechado con una chaqueta roja con botones y ribetes dorados de estilo 'domador' y pantalones de cuero negro, y ha encarrilado sin parar éxitos como 'You give love a bad name' y 'Born to be my baby', muy coreadas por el público.
Después se ha arrancado con 'We weren't born to follow', una canción de su último trabajo que en las pantallas ha ido acompañada de mensajes antibelicistas, de resistencia pacífica y de imágenes de las revoluciones árabes y de líderes como el Dalai Lama.
Sólo al acabar ha dirigido a sus fans un escueto 'good evening Barcelona', dando así por oficialmente inaugurado un concierto que ha acumulado las canciones más enérgicas al principio, incluyendo el himno 'It's my life', y que ha dejado las baladas para la parte central, para recuperar el ritmo en la recta final.
Entre las sorpresas, un breve homenaje a U2: mientras cantaba 'Bad medicine' ha improvisado una breve versión de 'Vertigo', con la entradilla 'uno, dos, tres, catorce' incluida, y un fingido ataque de celos: ¿Todavía estáis conmigo?", ha preguntado a su público con una sonrisa.
El guiño a la banda norirlandesa es especialmente significativo, teniendo en cuenta que la gira americana de Bon Jovi fue la más rentable del año pasado, logrando recaudar 101 millones de euros, por encima de los 90 millones que amasó la banda liderada por Bono.
Tras casi tres horas de concierto y 25 canciones, la banda parecía haber puesto el broche final con 'Livin on a Prayer', canción que Bon Jovi ha empezado a cantar 'a capella' desatando la euforia colectiva.
Finalmente, y ante la insistencia del público, se ha despedido con una de sus baladas más emblemáticas, 'Always' y con 'I love this town'.
Ha quemado así uno de los últimos cartuchos de la parte europea de la gira 'Open Air', a la que ya solo le faltan las citas de San Sebastián este viernes, y de Lisboa, el domingo.