La líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, considera que su dimisión y la de la dirección del partido sería "el mayo daño" que se puede hacer ahora a la formación y se ha mostrado dispuesta a resistir "todo lo que haga falta", aunque ha pedido perdón por no haber expresado la autocrítica que sí cree "necesaria" tras el mal resultado electoral obtenido en Andalucía.
Durante su intervención inicial en el Consejo Político que se reúne este sábado en Madrid, Rosa Díez ha defendido su postura respecto a la independencia del partido y se ha mantenido firme en su decisión de seguir al frente de la formación. "El mayor daño que se le puede hacer al partido ahora es que dimita el Consejo de Dirección", ha reivindicado ante los 130 militantes miembros del Consejo de Dirección, según algunos de los presentes.
De hecho, Rosa Díez ha rechazado algunas de las críticas --"Algunos de lo que me quieren matar me haría un funeral de lujo"-- y ha vuelto a repasar todas las críticas que atribuye a Ciudadanos, formación con la que algunos de los críticos habían pedido durante la última semana que se retomaran las conversaciones sobre posibles alianzas.
ALGUNOS TIENEN MUCHA PRISA
Fuentes del Consejo Político han explicado que Rosa Díez ha reconocido que el resultado electoral obtenido en las elecciones andaluzas ha sido "muy malo para UPyD y muy malo Andalucía" y ha pedido perdón por no haber sabido expresar en la rueda de prensa posterior la autocrítica que dice que sí cree necesaria".
Según ha reivindicado, la formación 'magenta' ha levantado "la bandera de la corrupción" en una autonomía en la que han ganado los partidos corruptos. "Creo que cometimos un error. Creamos un partido para Dinamarca pero en España", ha señalado.
De hecho, se ha preguntado si el partido debe cambiar las cosas porque los ciudadanos no les hayan votado y ha descartado intentar que les "quieran" quienes nunca lo han hecho ni les han dado "portadas" en los grandes medios de comunicación. Según ha reivindicado, UPyD no nació para hacer "un chiringuito grande", sino para "cambiar el país" y por ello ha rechazado resignarse "a la mediocridad". "Hay algunos que tienen mucha prisa", ha criticado.