El presidente de Honduras, Roberto Micheletti, dijo ayer que prefiere que el depuesto gobernante, Manuel Zelaya, no regrese al país, como ha anunciado, para evitar un derramamiento de sangre.
El presidente de Honduras, Roberto Micheletti, dijo ayer que prefiere que el depuesto gobernante, Manuel Zelaya, no regrese al país, como ha anunciado, para evitar un derramamiento de sangre.
“Para la tranquilidad y la paz del país, yo preferiría que él no entrara, para la paz y la calma; yo no quiero que haya una gota de sangre derramada por nuestro país”, expresó Micheletti en una rueda de prensa en la Casa Presidencial.
Zelaya ha anunciado que regresará a Honduras, con el respaldo de la comunidad internacional y acompañado de dignatarios y amigos, después de haber sido derrocado el domingo por los militares y llevado a Costa Rica, tras lo cual el Parlamento eligió a Micheletti.
El mandatario reiteró que a quienes acompañen a Zelaya “les vamos a recibir con todo cariño, a él también, porque es hermano, pero él tiene algunos delitos que tiene que pagar ante la justicia”, por lo que será detenido.
El Ministerio Público acusa a Zelaya de cuatro delitos relacionados con una consulta mediante la cual pretendía instalar una Asamblea Constituyente y que fue declarada ilegal por diversos órganos del Estado, pero que quedó frustrada por su derrocamiento.
Zelaya llegó ayer a El Salvador, procedente de Panamá, donde el miércoles asistió a la toma de posesión del nuevo presidente de ese país, Ricardo Martinelli.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llegará hoy a Tegucigalpa para reunirse con las autoridades del Poder Judicial y del Ministerio Público y dialogar sobre la crisis que vive Honduras. La OEA dio ayer un plazo de 72 horas a Honduras para restituir a Zelaya en la Presidencia.
Pero Micheletti reiteró que “el presidente Zelaya no puede volver a ser presidente de la República” y que el Parlamento le nombró para completar su mandato de cuatro años, hasta el 27 de enero de 2010.
También calificó de “falso” lo denunciado por Zelaya en el día de ayer en Panamá, donde dijo que en una manifestación de seguidores suyos en San Pedro Sula, en el norte de Honduras, hubo cientos de heridos.
En los incidentes hubo al menos un herido y 78 detenidos, según dirigentes de la marcha y fuentes policiales.
Explosión de un artefacto
Una bomba explosionó en un restaurante de comida rápida frente al aeropuerto de Tegucigalpa, informó ayer la Policía, pese al toque de queda declarado en el país.
El atentado solo causó daños materiales en el lugar, situado a unos 100 metros al sur de la entrada principal del Aeropuerto Internacional de Toncontín de la capital hondureña.
Un portavoz de la Policía dijo que la explosión se registró a las 04.30 GMT de ayer y que, según la información preliminar, dos vehículos, que ya han sido identificados, habrían participado en el hecho.