Unas 1.500 personas acudieron ayer a la capilla ardiente situada en el Palau de la Generalitat para dar su último adiós a la pianista Alicia de Larrocha, fallecida el pasado viernes a los 86 años de edad.
Unas 1.500 personas acudieron ayer a la capilla ardiente situada en el Palau de la Generalitat para dar su último adiós a la pianista Alicia de Larrocha, fallecida el pasado viernes a los 86 años de edad. Numerosas personalidades del mundo de la cultura y de la política dieron su pésame a los familiares, así como un gran número de aficionados a la música y antiguos alumnos de esta intérprete de fama internacional. La capilla ardiente se abrió ayer a las 10.00 horas en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat.