La Puerta del Sol de Madrid cerrará al público por completo este año durante las "preuvas" de este miércoles, 30 de diciembre, y las uvas del día de Nochevieja, este jueves, debido a la prohibición del Gobierno regional de celebrar las campanadas en la calle para evitar aglomeraciones.

En torno a las 21.30 horas de esta noche y del jueves la Policía impedirá el acceso a la plaza, que, media hora después, quedará desierta al ser totalmente desalojada.

Este procedimiento se repite como medida de seguridad antes de las celebraciones de las "preuvas" y las uvas desde los atentados de yihadistas en 2017 en Barcelona, pero por primera vez la plaza no volverá a abrir al público.

Tanto el día 30 como el 31 por la noche habrá un doble perímetro de seguridad para evitar aglomeraciones, con un primer control en el entorno de la Gran Vía y de la calle Alcalá, además del habitual de la Puerta del Sol.

La Policía Municipal de Madrid reforzará con 200 agentes este control del entorno de la Puerta del Sol.

Este dispositivo complementa al de la Policía Nacional que, a su vez, refuerza estos días la seguridad de la zona con 300 agentes.

Los agentes municipales han incrementado su presencia en el centro de la capital, en la Puerta del Sol, la plaza Mayor y las calles de Preciados, Carmen, Mayor, Callao y Gran Vía para vigilar tanto el cumplimiento de las medidas sanitarias como para evitar hurtos.

Por su parte, la Policía Nacional también se encargará de vigilar que no se produzcan aglomeraciones en otros puntos de la capital donde grupos de personas se reúnan para tomar las uvas por los impedimentos del centro.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha apelado a "todos los madrileños a que, en el ejercicio de la responsabilidad que nos ha caracterizado, este miércoles a partir de las 22.00 horas no se acerquen a la Puerta del Sol, y que por supuesto el día de Nochevieja no estén en la Puerta del Sol".

"Por tanto, que todos celebremos esta Nochevieja tan especial en casa, con todas las limitaciones que hay. Lo importante es pasar de año, acabar con este maldito 2020 y poder comernos las uvas en la esperanza de que el año 2021 sea mejor", ha añadido.

Tras dar la bienvenida a 2021, uno de los principales cometidos de la Policía Nacional y Municipal será la vigilancia de las fiestas ilegales que incumplan las restricciones del coronavirus.

También hay previsto un refuerzo de agentes para estas labores que estarán pendientes además de las denuncias de los vecinos por los ruidos y molestias.