Ver animales y salir de la residencia "es un alivio para respirar más a gusto", ha contado una de las residentes
"Con mucha ilusión" es como definen los ancianos de dos residencias madrileñas su primera salida grupal, este miércoles al Zoo Aquarium de Madrid, tras quince meses encerrados por la pandemia en sus residencias de las que finalmente ya pueden salir después de la vacunación.
El recorrido en el tren que circula dentro del zoológico de la Casa de Campo incluía una parada para foto frente a los flamencos; otra frente a los pandas gigantes con explicación del cuidador sobre la preparación de bambú para el desayuno; elefantes con explicación sobre su pedicura; actividades educativas con aves exóticas, delfines y rapaces.
Ver animales y salir de la residencia "es un alivio para respirar más a gusto", ha contado a Efe una de las residentes que se han apuntado a la visita. "Hace muchísimos años que no venía", según esta mujer que dice sentirse "más segura y tranquila para hacer salidas, estar con mis hijos y todo".
Otra señora, María Jesús, ha expresado "un poquillo de ilusión" y a la vez de tristeza por la muerte de su marido, "pero hoy, si hay que sacar la ilusión se saca. Me siento más segura" con la vacuna, aunque prefiere estar "siempre con mascarilla".
Para la cuidadora de los pandas del Zoo-Aquarium de Madrid, María Alfaro, es un "acontecimiento alegre" que los mayores puedan venir tras la pandemia, durante la cual el zoo estuvo tres meses en el "confinamiento más estricto", aunque los trabajadores acudían a "cuidar a los animales pero sin público".
Y tras la borrasca Filomena, continúa la cuidadora, "nos costó unos días hacer caminos para acceder a instalaciones pero los animales han estado bien, no les ha pasado nada".
Para estos mayores, procedentes de los centros Casaverde, "el beneficio de esta salida va en todos los sentidos: a nivel social, de vida normalizada, empatía, sociabilización y energía positiva", según la directora de la residencia de Navalcarnero, Cristina Bravo.
"Casi quince meses después de la pandemia pueden hacer esta salida". Las visitas se integran en un plan programado de forma anual que ha tenido que esperar a que "por fin estén aquí las vacunas", ha añadido.
Tras la inmunización, se nota "un cambio de ambiente dentro de las residencias y con las familias", todos notan ese cambio "tan necesario a nivel de cercanía, cariño, en general el cambio es brutal", según Bravo.