La superficie afectada por los incendios forestales en Galicia se mantiene invariable este viernes al no producirse ningún incremento sobre las 30.965 hectáreas, según el último informe de la Consellería de Medio Rural, por lo que parece que la situación tiende a estabilizarse.
Sin embargo, aún permanecen activos y en situación 2, por la proximidad a núcleos de población, los incendios más grandes que afectan a 10.500 hectáreas en Carballeda de Valdeorras (Ourense), y a 11.100 entre la suma de los núcleos afectados en Folgoso (Lugo).
En la provincia de Lugo, se juntaron cuatro incendios en Folgoso do Courel y A Pobra do Brollón, que mantienen activa la situación de riesgo para núcleos poblados en Parada dos Montes y Carballal (Folgoso) y Busto (A Pobra), tras quemar 10.000 hectáreas.
También en Folgoso do Courel, en este caso en la parroquia de Seceda, arden 1.100 hectáreas con riesgo para el núcleo de Gamiz.
Todos esos incendios están activos, mientras que se mantienen estabilizados al igual que por la mañana los de Cervantes (Cereixedo, 65 hectáreas) y Quiroga (Nocedo, 15 hectáreas).
Además, siguen controlados los de Palas de Rei (Ramil, 375 hectáreas), Quiroga (Outeiro, 250), Antas de Ulla (Santa Mariña do Castro de Amarante, 40) y Cervantes (O Castro, menos de 20 hectáreas).
En la provincia de Ourense, la peor situación sigue siendo la del municipio de Carballeda de Valdeorras, donde el incendio activo de 10.500 hectáreas, por el que se ha establecido la situación 2, mantiene en riesgo el núcleo de Candeda y afecta al parque natural da Serra da Enciña da Lastra.
Continúa activo en esta provincia el fuego en Vilariño de Conso (Pradoalbar) de 5.500 hectáreas, que afecta al parque natural do Invernadeiro.
El resto de fuegos en Ourense estabilizados, como el de la parroquia de Rabal, en Oímbra, que ha quemado 2.100 hectáreas. Son, en total, tres incendios en este municipio que han entrado desde Portugal, ya que se añaden el de Videferre (600 hectáreas) y el de San Cibrao (400).
No hay incendios que afecten a otras provincias tras la extinción, a las 21:29 horas de ayer, del de Rodeiro (Pontevedra), en la parroquia de Guillar, que quemó 110,11 hectáreas de monte arbolado.
Las 30.965 hectáreas afectadas por los fuegos hasta el momento multiplican por diez la superficie que ardía hace una semana en Galicia.
La evolución de los incendios empieza con los fuegos activos, pasan a estabilizados, siguen a controlados y concluyen cuando están extinguidos.
El director xeral de Defensa do Monte, Manuel Rodríguez, confirmó que "esta madrugada", el dispositivo de extinción terminó “de cerrar perímetros y de dejar el fuego dentro de líneas de control” donde él se encuentra, en la zona de O Courel, una parte del territorio que “no está hecha para bomberos forestales, porque es muy difícil llegar allí con el dispositivo para la extinción”.
“Estuvimos tres días peleando allí arriba”, dijo Rodríguez, “pero ahora no hay llamas ni en el perímetro ni dentro del incendio”, aunque van a seguir "atentos" para que no se produzcan reproducciones en los próximos días.