Para los empresarios de las estaciones de servicio de Galicia resulta “difícil de entender” los motivos de esta exclusión si estas ayudas directas
La Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes) ha mostrado este lunes el malestar de los empresarios gallegos del sector por quedarse fuera de las ayudas directas de 7.000 millones publicadas en el BOE el pasado 13 de marzo para compensar las pérdidas de facturación de pequeñas empresas y autónomos.
Para los empresarios de las estaciones de servicio de Galicia resulta “difícil de entender” los motivos de esta exclusión si estas ayudas directas, que forman parte de un paquete de 11.000 millones, están destinadas a los grupos de empresas y autónomos más afectados por la pandemia.
Desde la federación recuerdan en un comunicado que el propio gobierno consideró “esencial” a un sector cuyas empresas facturan hoy un 30 por ciento menos debido a las restricciones en materia de movilidad.
Hacen notar también que el sector representa más de 2.500 puestos de trabajo y que, como servicio esencial, no han recurrido a los ERTES, manteniendo los puestos de trabajo y asumiendo los costes salariales.
Fegaes explica que en las cuatro provincias gallegas la caída de las ventas durante el año 2020 ha sido de un 30 por ciento pero que es preciso aclarar que en algunos casos, en los momentos de máximo confinamiento la facturación se redujo hasta en un 90 por ciento.
Por todo ello, Fegaes reclama que las estaciones de servicio sean tratadas en las mismas condiciones que el resto de las empresas y ya ha trasladado sendos comunicados a la administración autonómica para recabar su apoyo frente al Gobierno central.
Fegaes se suma así a la indignación de los distintos agentes del sector, como la Asociación Española de Carburantes y Combustibles o la CEES, quienes reclaman una rectificación por parte del Gobierno central, ya que casi el 70 por ciento de los propietarios de estaciones de servicio en España son pequeñas y medianas empresas que cumplen con los requisitos del Gobierno para presentarse a estas ayudas.
Esos requisitos exigen haber cerrado el año 2020 con una caída de la facturación de un 30 por ciento y que la empresa sea viable, condiciones ambas que cumplen una gran mayoría de las empresas gallegas.