Cerrados desde hace once días, una protesta que endurece el tono y que ha cortado la autovía para pedir ayudas
Alrededor de 5.000 personas y más de medio centenar de vehículos han participado este viernes en la marcha organizada en Granada para exigir un plan de rescate real al turismo y la hostelería, cerrados desde hace once días, una protesta que endurece el tono y que ha cortado la autovía para pedir ayudas.
Con el lema "Sin ayudas nos arruinan", la Federación de Empresas de Turismo y Hostelería ha recorrido este viernes parte de Granada para exigir un plan de ayudas económicas que evite "la muerte" del sector, que desde el pasado 10 de noviembre permanece cerrado en el marco de medidas decretadas por la Junta por la crisis sanitaria.
"Las medidas de ayuda que han ofrecido de momento son vergonzosas y tenemos que exigir planes mejores porque con lo que se ha ofrecido hasta ahora y el cierre, nos matan", ha explicado a Efe el secretario de la Federación, Antonio García.
En la jornada de protesta, que ha partido del Triunfo, han participado alrededor de 5.000 personas y entre 60 y 80 vehículos, según las cifras que han aportado a Efe tanto la Policía Local de Granada como la organización de esta marcha que tenía marcado el final del recorrido en Neptuno.
Sin embargo, parte de los participantes ha continuado el camino para endurecer las protestas con un corte de la circulación por la autovía, un acto que pese a las molestias ha terminado sin incidentes.
García ha pedido a la sociedad que disculpe las molestias de las acciones del sector pero ha insistido en la necesidad de exigir más ayudas para evitar que un alto porcentaje de los establecimientos de la hostelería y turismo granadinos se vean forzados a no volver a abrir.
Según el sector, el cierre de todos los servicios no esenciales pone en peligro a más de 5.000 negocios y más de 10.000 autónomos y deja sin respuesta ni apoyo a más de 15.000 familias de una provincia que podría perder más de 2.000 millones de euros.
La Federación ha exigido la aplicación de ayudas directas que permitan sobrevivir a empresas, autónomos y mutualistas, una moratoria automática de los créditos hipotecarios afectos a la actividad, la eliminación del pago de los alquileres durante los periodos de pandemia y créditos ICO a largo plazo con tres años de carencia, entre otras medidas.
A la propuesta se ha sumado el alcalde de Granada, Luis Salvador, que ha compartido que la situación del sector con el cierre absoluto representa "un drama" y que ha pedido ayudas directas y excepcionales para autónomos y pymes.
Ha añadido que pretende que Granada sea declarada zona catastrófica como vía para que el Gobierno central y la Junta aporten medidas excepcionales, ya que también es diferente el perjuicio al sector en una provincia con todos los establecimientos cerrados.