La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha celebrado unas
Jornadas de Puertas Abiertas para mostrar los trabajos de restauración y puesta en valor de la Barbacana del castillo de Niebla, que ha supuesto una inversión de 793.864,90 euros. Estas jornadas se han organizado en colaboración con la Universidad de Huelva y han estado destinadas a los alumnos del Aula de la Experiencia.
La restauración llevada a cabo por la Consejería de Cultura en el marco del proyecto FORTours, correspondiente a la primera convocatoria de fondos de Cooperación Transfronteriza España-Portugal (Poctep 2014-2020),
se centró en la barbacana o barrera artillera interior al recinto amurallado, ubicada en el flanco meridional de la fortaleza, recuperando el acceso principal a través de la puerta de Hierro también conocida como puerta del Grillo, así como la conformación material y espacialidad de las torres y bóvedas de cubrición.
Con ello, según ha indicado la administración andaluza en una nota de prensa, se culminó la recuperación de estas torres y lienzos de muralla que hasta hace pocos años se encontraban parasitados por viviendas adosadas que impedían su contemplación y comprometían seriamente su conservación.
La barrera artillera restaurada está configurada por torres poligonales y lienzos cortos satinados por saeteras de orbe y cruz en cámaras destinadas a la artillería ligera.
Estas cámaras fueron analizadas y consolidadas en el proceso de restauración, en el que se pudo estudiar, en base a los sondeos arqueológicos realizados, el foso perimetral dispuesto en talud bajo los lienzos y torres conformando un escarpe --declive del terreno--. El acceso a la fortaleza se practicaba a través de un puente colgante que salvaba el mismo, flanqueado por dos torres, una de las cuales a modo de torre-puerta acogía el acceso en recodo.
La fortaleza de Niebla constituyó a finales del siglo XV una estructura defensiva pionera en la transición de las formas medievales a las arquitecturas abaluartadas que se generalizarán en los siglos posteriores de la mano de la implantación de la artillería pirobalística. Su solidez defensiva la convirtió en una plaza fuerte estratégica en la defensa de este territorio histórico que ostentaba una innegable centralidad.
Enrique de Guzmán, II duque de Medina Sidonia y IV conde Niebla, fue quien mandó edificar esta imponente fortaleza que asentó sus fábricas sobre la primitiva alcazaba islámica, adosándose al trazado de la Muralla de Niebla junto a la Puerta de Sevilla.