El
sellado y abandono definitivo de los tres pozos submarinos para el almacenamiento subterráneo de gas natural que la empresa Repsol tiene frente a las costas onubenses ya cuenta con la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), a través de la Dirección General de Política Energética y de Minas, que el 1 de marzo emitía una resolución, publicada este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que
autoriza la ejecución del proyecto, aunque con una serie de condicionantes adicionales.
Como paso previo, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Miteco formulaba a mediados de enero la
Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto, paso previo necesario para la autorización final del sellado de los pozos marinos de gas.
En concreto,
se trata de dos yacimientos de gas natural independientes: un pozo en Poseidón Norte (PSN-1) y dos pozos en Poseidón Sur (PSS-1 y PSS-2). Localizados en el Golfo de Cádiz, al suroeste de la costa de Huelva, están situados a una distancia de entre 30 km (PSN-1) y 40 km (PSS-1 y PSS-2) de la línea de costa, sobre la plataforma continental, en profundidades comprendidas entre los 75 y los 130 metros.
Fue
en agosto de 2022 cuando se dio el primer paso de esta tramitación con el anuncio de información pública del proyecto de referencia y de su estudio de impacto ambiental. Ahora, Ripsa (Repsol Investigaciones Petrolíferas SA) ya tiene autorización para el “abandono definitivo” de los pozos submarinos, aunque con condicionantes adicionales, “como puede ser la obligación de verificación por tercero independiente del diseño y ejecución de las operaciones de abandono, de cobertura de la responsabilidad, de inspección o de seguimiento y remisión de documentación durante la ejecución de los trabajos y tras su finalización”.
De este modo, la autorización deja claro que “l
as operaciones de abandono no podrán comenzar sin que se haya presentado a la autoridad competente, al menos con un mes de antelación a la fecha prevista de inicio, el correspondiente programa de intervención en pozo evaluado por el verificador independiente, ni tampoco si éste formulase objeciones en cuanto a su contenido”.
La vigencia de la autorización es de cinco años, para
unas operaciones que se iniciarán en el pozo Poseidón Norte-1 y que se desarrollarán en tres campañas. La primera tiene una duración estimada de 43 días y el objetivo es completar la suspensión temporal de los tres pozos. En la segunda campaña, que se desarrollará en 84 días, se llevarán a cabo las actividades de despliegue, sellado y abandono en los pozos suspendidos temporalmente en la primera campaña. Finalmente, con una duración estimada de 12 días, en la tercera campaña se realizarán los trabajos de corte abrasivo y retirada de las cabezas de los pozos.
Medidas ambientales y sísmicas
En relación a las medidas ambientales, la autorización especifica que
el seguimiento del grado de implantación del programa de vigilancia ambiental durante la ejecución del proyecto se realizará mediante la emisión de informes periódicos, de carácter semanal durante el sellado y abandono de los pozos. Además, tras la finalización de cada campaña, se elaborará un informe final de vigilancia ambiental.
De otro lado, también se tendrán que llevar a cabo
labores de monitorización de la actividad sísmica en las inmediaciones de los pozos de acuerdo con lo previsto en el documento ‘Operaciones de sellado y abandono de los activos de Poseidón. Protocolo de vigilancia y actuación frente a la sismicidad’.