Cada reunión del Consejo de Participación de Doñana
es mirada con lupa por la relevancia del espacio natural, más aún tras los últimos años, marcados por el mal estado de los acuíferos, la condena de Europa y el intento de nueva ley de regadíos que finalmente se frenó y dio pie a un gran acuerdo entre Gobierno y Junta de Andalucía.
Precisamente, este lunes el pleno iba a abordar el desarrollo de este Marco de Actuaciones, y así ha sido, pero
ha habido una noticia que, por minutos, ha eclipsado al resto. Y ha sido la dimisión de una persona que ha simbolizado durante la última década la lucha y defensa de Doñana.
Se trata del científico
Miguel Delibes, que ha presidido este lunes su último pleno del Consejo de Participación en el centro administrativo de El Acebuche, en Almonte, después de que haya anunciado que deja un cargo que ocupa desde 2013, cuando fue nombrado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sucediendo a Felipe González.
En declaraciones a los medios de comunicación antes del pleno,
Delibes ha indicado que es algo que ha pedido porque está “cansado”. “La lucha por conseguir un acuerdo y la retirada de la Proposición de Ley que iba a cambiar los regadíos en el entorno de Doñana fue un desgaste personal grande para mí”, ha indicado.
“Tengo la sensación, como las cosas son difíciles y van despacio, de que el Consejo de Participación debe tener un papel destacado en impulsar la conservación de Doñana, la gestión ordenada de su entorno y la promoción del desarrollo en la comarca y, probablemente, hace falta una persona con más energía, con más fuerza para dar ese empujón”.
Sus palabras han causado hondo impacto y no han tardado en sucederse las reacciones a su renuncia.
Desde la Junta al Gobierno, pasando por las organizaciones, todos han elogiado su trayectoria, su legado y su defensa a ultranza del emblemático espacio natural.
Y ya centrados en el estado de Doñana, el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, se ha referido al Plan de Trabajo de 2023, cuyo informe se ha presentado, destacando el “elevado grado de cumplimiento”, pues con más de 350 medidas,
ya han sido ejecutadas o están en ejecución el 81%.
Además, ha anunciado que
ya se ha creado la comisión de trabajo específica para apoyar el diseño del Plan para Veta la Palma, una propuesta que se presentó en la reunión del pasado mes de diciembre y que ya es una realidad. “Con esta comisión de trabajo reglada queremos lograr el mayor nivel de protección para esta zona y los mayores beneficios para el entorno natural”, ha explicado.
También ha aprovechado esta cita para informar a los miembros del Consejo de Participación del balance de los seis primeros meses del Acuerdo por Doñana entre el Gobierno andaluz y el Gobierno central: “El compromiso de la Junta de Andalucía con el Acuerdo por Doñana va por muy buen camino.
Ya hemos ejecutado íntegramente más de una cuarta parte de las medidas, si bien la mayoría de las actuaciones están en ejecución, tramitación o redacción”.
Al respecto, por parte del Gobierno central, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha asegurado que
“se están cumpliendo escrupulosamente los tiempos que nos habíamos marcado”, tanto del Marco de Actuaciones para la restauración ambiental, como del marco para la activación de un plan socioeconómico para el territorio.
“No cabe duda de que hay que rendir las cuentas de cuál ha sido el resultado hasta el día de hoy de este proceso de diálogo que ha confluido en ese marco de acuerdo. Y ahí las Administraciones estamos obligadas a trasladar estos casi dos años de trabajo que han dado lugar a las actuaciones de ejercicio práctico de aplicación de los planes por parte de cada una de las administraciones, qué resultados se han ido obteniendo y, además, cuál es la hoja de ruta el corto y en el medio plazo y
cuál es el recorrido que nos llevará hasta el final del marco de actuaciones, que es el año 2027”, ha explicado.
Al respecto, ha indicado que
“vamos dentro de los calendarios previstos” y “se están cumpliendo escrupulosamente los tiempos que nos habíamos marcado, tanto del Marco de Actuaciones para la restauración ambiental, como del marco para la activación de un plan socioeconómico para el territorio”.
Por ello, ha incidido en que “se está alcanzando un nivel de concreción lo suficientemente sólido como para que podamos pensar en que llegaremos en los tiempos que finalmente aparecen recogidos en los planes de actuación, que son 2027, con un grado de ejecución,
espero que sea por encima del cien por cien de lo que inicialmente nos teníamos marcado”, porque “las exigencias que parten de las sugerencias de los distintos sectores hacen que se revise en términos de mejor diseño, mejor dotación para estos dos marcos de actuación”.