“El movimiento vecinal monta un circo y le crecen los enanos”. Así es como define Francisco Ruiz la difícil situación que atraviesa la Federación de Asociaciones de Vecinos Tartessos, que ha vuelto de las vacaciones con la aplicación de un ERTE a sus dos empleadas y sin solución a los problemas de ubicación de las asociaciones que ocupaban locales de alquiler y no municipales.
Para el presidente de Tartessos, las perspectivas que tiene por delante la federación son “bastante duras”, aunque por encima de todo, la “prioridad” son las dos trabajadoras.
En este sentido, insiste en que “hay que buscarles una salida”, que inevitablemente pasa por que el
Ayuntamiento de Huelva abone todo lo que debe a Tartessos, 45.000 euros de la subvención aprobada por la institución para el año 2011, ya que del presente año, aunque han presentado su presupuesto al Ayuntamiento, aún no han recibido notificación alguna de su aprobación y aceptación, a pesar de que quedan cuatro meses para que finalice 2012.
Debido a esos impagos, a los que se suman los de la Junta de Andalucía, que tampoco ha abonado el 25% de los proyectos que corresponden a 2011, la federación tuvo que suscribir una póliza de crédito, con la que pagó el sueldo de las dos trabajadoras durante 2011. Pero el dinero se ha agotado, y el problema es que la póliza vence a principios de 2013, de modo que, si el Ayuntamiento no hace efectivo el pago antes de esa fecha, la situación se le puede complicar mucho a Tartessos.
Las dos trabajadoras, una a jornada completa -se encargaba de los proyectos y la atención al público- y otra a media jornada -realizaba las labores de administración- llevaban 18 años trabajando para Tartessos, y desde marzo no han cobrado nada. Por ello, Ruiz recalca que son la “prioridad” y confía en que el Ayuntamiento pague para que, una vez finalizado el ERTE de seis meses (comenzó el 17 de agosto), puedan reincorporarse.
A la espera de reunión
La otra gran preocupación de Tartessos es que el Consistorio busque una solución a las asociaciones que tienen su sede en locales alquilados y que, debido a los impagos municipales, han sido desalojadas o pueden serlo en los próximos meses.
Es el caso de La Merced o Juan Riquelme, que tras el desahucio comparten espacio en la sede de Tartessos, alejadas de su barrio. En este aspecto, Ruiz explica que están a la espera de una nueva reunión con Participación Ciudadana, donde confían en que acepten la propuesta que ha puesto Tartessos sobre la mesa, que pasa por reubicar a las dos asociaciones en sendas viviendas de titularidad municipal existentes en La Merced e Isla Chica.