El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, ha corroborado hoy que el informe elaborado por la Brigada de Investigación de Incendios Forestales de su Departamento señala que el fuego de Moguer (Huelva) tuvo su origen en una carbonería, aunque será el juez el que determine "en qué grado".
"Será el juez el que determine exactamente la responsabilidad y en qué grado, pero el informe de nuestros agentes de medio ambiente apunta en el mismo sentido, una negligencia de esa carbonería", ha precisado al ser preguntado por este asunto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Preguntado si se han analizado otras causas en el citado informe, ha puntualizado que éste se centra en el inicio del incendio y en sus causas.
"He leído ciertas informaciones que hacen referencia a que el incendio del cámping (de Moguer) pudiera no tener que ver, o por lo menos directamente, con el incendio de las Peñuelas; yo ahí no voy a entrar porque este tema está judicializado", ha señalado.
Respecto a la cuantificación económica que supondrá recuperar la zona del entorno de Doñana afectada por el incendio de Moguer, ha dicho que aún se está ultimando lo que ha costado apagarlo, que "será mucho" porque ha sido un siniestro "de enormes proporciones".
Así, ha subrayado el "esfuerzo enorme" del dispositivo del Infoca y del resto de dispositivos en las tareas de extinción.
Ha recordado que cuando aún estaba activo el incendio ya se creó el grupo de trabajo para la recuperación de la zona, pero "es pronto para cuantificar cuál va a ser el presupuesto".
Ha explicado, además, que los trabajos durante el primer año se centrarán en evitar la erosión de la zona calcinada y en comprobar hasta dónde llega exactamente la recuperación de la vegetación para posteriormente -en el segundo año- empezar la reforestación.
"Dentro de un año o año y medio se podrá hablar de la superficie que finalmente no morirá a causa del fuego", ha apostillado.
Por tanto es "difícil cuantificar el coste", ha insistido, tras lo que ha recordado que hace ocho días comenzaron los primeros trabajos en la zona -de retirada de árboles, maderas y dotaciones de uso público que quedaron destrozadas- para garantizar la seguridad y en los que se han invertido 370.000 euros "con carácter de urgencia".