El Jaén Rugby despidió el 2022 con una derrota en la novena jornada de liga del Grupo C en División de Honor B, la última de añ
o. Esta vez, la resistencia del equipo no fue suficiente para sumar puntos. Esa fortaleza física y mental suya les dejó a pocos metros de la orilla esta vez. El rival, las bajas y jugar en inferioridad tres cuartas partes del encuentro se convirtieron en un muro imposible de escalar.
¿Imposible? Quizás no, porque Jaén Rugby se mantuvo en el partido hasta el minuto 70, cuando sufrió una segunda exclusión.
Los partidos contra el AD Ingenieros Industriales de Las Rozas son siempre difíciles en su campo. Desde el saque inicial quisieron imponer su ley. Los primeros 10 minutos de partido fueron de posesión local, de asedio dentro de la veintidós jiennenses, de hasta cinco melés con introducción local.
Poco a poco la presión se fue diluyendo. La bien plantada defensa de Jaén Rugby hizo retroceder a su rival más allá de mediocampo. Fue allí, al borde de la veintidós industrial donde se produjo el lance clave del partido. El jugador jiennense Juan Castro se zafó con una patada del jugador rival que le sujetaba la pierna para frenar su salida de un ruck. Una acción que el colegiado Jorge García sancionó con tarjeta roja.
Sólo habían transcurrido 17 minutos de partido. Con todo, fueron los jiennenses los que se pusieron por delante en el marcador con un extraordinario drop de ‘Tato’ Camacho. Fueron los jiennenses los que llevaron la iniciativa en el juego, los que resistieron el empuje de la melé local y fueron los jiennenses los que, incluso, estuvieron a punto de ensayar no una, sino dos veces (¡qué cerca estuviste Manu!). Pero jugar quince contra catorce es demasiada ventaja sobre un campo de rugby.
Pesó la expulsión
Y
en un saque rápido de golpe de castigo AD Industriales consiguió su primer ensayo. Fue el único de la primera parte, ya que los locales no pudieron aprovechar su ventaja numérica ni la que les ofrecían los golpes de castigo cometidos por los jiennenses en la melé. Con ese siete a tres en el marcador se llego al descanso.
Jaén Rugby no se iba a rendir y la grada de El Cantizal así lo temía. Los locales cambiaron toda su primera línea y al medio melé nada más comenzar las segunda parte. La resistencia se mantuvo firme a pesar de la clara desventaja física. Golpe en contra: 10-3. Golpe a favor: 10 a 6. Golpe en contra, 13 a 6. Golpe a favor: 13-9.
El partido seguía estando en el aire y los minutos pasaban en contra para unos, a favor para otros. Así llegó al minuto 70, el de la amarilla a Carlos Castro (el acta asigna la amarilla a Facu Real). Con trece jugadores, los jiennenses no pudieron parar al refrescado equipo madrileño que anotó dos ensayos en los últimos minutos de partido para sentenciarlo.