El jurado popular encargado de enjuiciar a la acusada de matar a sus dos hijos, de tres y once años de edad, en el barrio jiennense de La Alcantarilla en septiembre de 2011, Ruth B.V., la ha declarado culpable de asesinato por unanimidad en un veredicto que ha sido deliberado durante más de 24 horas, después de que el objeto fuera entregado en la mañana de este miércoles por la Sección Segunda de la Audiencia provincial.
Así, cinco de los nueve miembros del jurado --integrado por cinco hombres y cuatro mujeres-- no ha considerado la atenuante planteada por la fiscal por la alteración parcial de la capacidad volitiva de la procesada. En el momento de los hechos, "todos los forenses afirmaron que la acusada estaba tranquila y conocía lo que hacía". De hecho, "machacó y guardó los medicamentos dándoselos después a sus hijos asegurándose de que se quedaban dormidos para asfixiarlos después" en su domicilio de la calle Alcalde Cancio Uribe de la capital.
De este modo, el jurado ha apuntado también que Ruth B.V. no ha mostrado "arrepentimiento" durante el acto del juicio. No obstante, insta a "proponer al Gobierno que se le conceda el indulto parcial". Así las cosas, no habiendo tenido presente la atenuante parcial, la Fiscalía ha ampliado en un año la pena solicitada para la acusada, siendo un total de 35 años por las dos muertes. Por su parte, el abogado de la acusación se mantiene en su petición de 40 años, mientras que la defensa, que ha mostrado su intención de recurrir el fallo, pide la pena "mínima", pues ve un veredicto "ilógico e irrazonable".
"POR SUS HIJOS"
El padre de los niños fallecidos, visiblemente emocionado, ha manifestado a los periodistas, tras conocerse el dictamen del jurado popular, que se presentó como acusación particular en el caso "por sus hijos", asegurando que "se ha quedado con las ganas de poder abrazar a todo el jurado, a la fiscal y a la juez por lo que han hecho por sus hijos". "Aunque no están aquí, yo sé que lo que hubieran querido, aunque son pequeños, es esto".
Asimismo, ha querido mostrar su agradecimiento a su abogado, Manuel Gutiérrez Collado, a quien ha dado un abrazo ante los periodistas refiriéndose a que "no sabe" lo que le agradece que le haya representado en la vista, dado el resultado de apoyo por parte del jurado. "Ya lo más importante en mi vida es lo que ha hecho por mis hijos". "Muchas gracias a todos, que habéis estado conmigo, muchas gracias", ha reiterado.
Cabe recordar que Ruth B.V. afirmaba en su declaración en la primera sesión de la vista "no recordar" que acabara con las vidas de sus hijos, del mismo modo que aseguraba que en caso de que así fuera "lo pudo pensar para que no sufrieran porque se quería suicidar". La procesada, que desde poco después de lo ocurrido y hasta el juicio ha estado interna en un psiquiátrico penitenciario, ha aseverado una y otra vez ante preguntas de la Fiscalía que "no se acuerda de lo que ocurrió el día de los hechos ni el anterior" y que lo que conoce es porque "se lo han dicho en el centro" en el que está.
"SIN PLANEARLO"
Asimismo, Ruth B.V., que en varias ocasiones aludió a que ha sido tratada por muchos psiquiatras, manifestaba que "no había planeado matar a sus hijos", si bien desde hace unos meses "lo único que recuerda es un túnel negro, una manta y unos niños". "Hay veces que recuerdo que mis niños no están conmigo y otras veces que juego con ellos", aseverando, a continuación, "no me acuerdo de que yo haya querido matar a mis hijos".
Por su parte, el todavía marido de la procesada expresaba ante el jurado que su mujer había sufrido diversas crisis depresivas, por lo que habían acudido a Salud Mental, desarrollando una de ellas a los pocos meses de tener a su segundo hijo. No obstante, siguió un tratamiento a raíz de ello que le hacía seguir "una vida de lo más normal y no estar deprimida", estando al cuidado de sus hijos "perfectamente".
A pesar de ello, una semana antes de lo sucedido le manifestó que estaba "tristona, como preocupada por el futuro", lo que él vio consecuencia de la época de otoño, en la que "se pronuncia un poco más la depresión". Además, relató que estaba "más tristona, pero no sin actividad, puesto que quería montar una empresa y fue a la despedida de soltera y a la boda de su hermana una dos semanas antes" de lo acaecido en la calle Alcalde Cancio Uribe.
Preguntado por la fiscal acerca de si "vio algo anormal" en su esposa antes de dejarla sola con los niños el día del suceso, elevó el tono de su voz y se alteró contestando que él "no vio nada" y, ha agregado, "¿usted se cree que me hubiera podido ir?". Más bien, continuó, "la habría llevado al médico o no me habría ido de mi casa" para evitar la muerte de los dos niños, los cuáles, según aseveró, "fueron deseados".
"PLENAMENTE CONSCIENTE"
De su lado, la psiquiatra que atendió en primer lugar a Ruth B.V. afirmaba este martes que estaba "plenamente consciente" en el transcurso de los hechos, cuando supuestamente acabó con la vida de ambos niños, si bien "decidió en todo momento lo que quería hacer y llevaba tiempo pensándolo". No obstante, indicaba que en sus actos pudo influir "la idea que tenía de cómo tenía que ejercer la maternidad", puesto que siempre manifestó, a los diferentes especialistas, que "los había matado porque no quería que sufrieran y pasaran por lo que ella con una madre con trastornos mentales".
Asimismo, los médicos forenses que han revisado todos los informes psiquiátricos explicaron que la procesada presentaba "depresión mayor y trastorno de la personalidad dependiente", si bien "no llegó a diagnosticársele un trastorno bipolar". Según aseveraban, "era plenamente consciente de los delitos que había cometido, que eran castigados con una pena y que debía sufrir el castigo".
Al hilo, mencionaron que "paró su acción entre la muerte del primero y el segundo niño, pero decidió continuar porque no podía explicar al mayor lo que había hecho", de la misma forma que "paró lo que tenía previsto hacer el día anterior". Así, han detallaron que su capacidad cognitiva estaba "perfecta", aunque la volitiva "parcialmente alterada", conclusión a la que han llegado tras "consultarlo con muchos forenses".
"La acusada tiene una enfermedad mental, de ello no hay ninguna duda, aunque es irrelevante su estado actual". Sin embargo, "lo relevante es su estado cuatro horas después del suceso, cuando dijo cómo lo había programado y que tenía que sufrir un castigo". De hecho, "se sentía arrepentida pero aliviada porque sus hijos no iban a sufrir lo que ella", como se encargó de trasladar, de manera reiterada, la procesada.