El tiempo dirá si el PGOUque hoy se aprueba es un instrumento para que Jaén dé el salto, como esperamos, o es humo y una pura entelequia
Hoy se lleva al fin al pleno del Ayuntamiento un documento con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se corresponde con el modelo planteado por el actual equipo de gobierno del PP que en realidad ha podido articularlo en relativamente poco tiempo, sobre todo teniendo en cuenta los meses de vicisitudes con los que se ha encontrado el proyecto, los aspectos problemáticos que había que afrontar, y estando en Jaén, los ineludibles encontronazos Ayuntamiento-Junta, porque si no faltaría algo en el singular escenario político en el que nos encontramos. A favor de una cierta celeridad ha jugado el hecho de que, aunque parezca raro, todos los planes que se han querido afrontar han contado con el mismo equipo redactor que, aunque no influye en el modelo de ciudad, que es una decisión política, maneja toda la información, conoce bien el territorio y la división pormenorizada del mapa de Jaén. Con independencia del debate plenario de hoy que se presume caliente y no es de extrañar, porque el PGOU no es un asunto cualquiera, es nada menos que el documento que marca la hoja de ruta del crecimiento y el desarrollo de la población sobre todo a medio plazo, y aunque lo deseable hubiera sido un cierto grado de consenso, lo cual en las actuales circunstancias políticas es un espejismo, lo que nos parece un avance es sacar adelante un Plan, con sus pros y sus contras, porque ninguna situación es ideal y al gusto de todos. El tiempo dirá si es un instrumento para que Jaén dé el salto, como esperamos, o es humo y pura entelequia.