Las negociaciones del convenio del aceite, que afecta a unos 4.000 trabajadores de la provincia pertenecientes a cooperativas, almazaras, extractoras de orujo y plantas de cogeneración de biomasa, avanzan de forma muy lenta.
Ayer se celebraba la sexta reunión sin que se acercasen las posturas, y aunque se continúa examinando los puntos del anterior convenio cuya vigencia finalizó el 1 de octubre de 2014, las posturas siguen encontradas. Por un lado la patronal plantea una ampliación de la jornada laboral, una reducción de las vacaciones, sin que haya un aumento salarial. Algo que los sindicatos, UGT y CCOO, no están dispuesto a aceptar. De hecho, según explicó a VIVA JAÉN, Antonio Marcos, secretario provincial de la Federación de Trabajadores Agrarios (Fitag) de UGT, ellos ya han renunciado a un aumento salarial, petición con la que partían en las negociaciones.
El problema ahora es que la negociación está siendo larga, en algunos momentos de forma deliberada por parte de la patronal, según Marcos, y si no se llega a un acuerdo puede producirse “un conflicto sin precedentes en el sector y en la provincia”. La mesa de negociación se constituyó a finales de 2014, y en estos momentos se aplica el convenio anterior.