Es temprano, pero Gonzalo Arconada se ha adelantado y acude ya almorzado al Desayuno de VIVA JAÉN. “Es que si no desayuno al levantarme no soy nadie”, dice este guipuzcoano que dirige la parcela técnica del Real Jaén desde esta temporada. Eso sí, cuando toma asiento en el comedor del Parador de Turismo Arconada no puede resistirse a la tentación de degustar con una tostada los aceites de oliva virgen extra ‘Premium’ que tiene a su disposición. Y es que el AOVE ha sido el gran descubrimiento de Arconada desde su llegada a esta tierra. Ahora, no solo habla con pasión del producto estrella de la gastronomía mediterránea, sino que incluso se atreve con una sugerencia. “Es necesaria una mayor promoción exterior, que la gente lo conozca”.
El desayuno se celebra en el día de descanso de la plantilla del Real Jaén, lo que no significa que no sea un día de trabajo para Gonzalo Arconada Echarri (San Sebastián, 1961), un técnico al que definen como metódico y estudioso. De hecho, la jornada la va a dedicar a visionar vídeos del próximo rival blanco, La Hoya Lorca, un partido con el que Arconada quiere romper la mala racha como local y continuar la remontada en la clasificación (ahora el Jaén es noveno, pero a solo tres puntos del play off de ascenso). “Mis sensaciones es que podemos estar arriba, el equipo sigue creciendo pese a la llegada de muchos futbolistas nuevos, y tengo puestas muchas esperanzas en la segunda vuelta”, señala Arconada, que llegó a Jaén procedente del Burgos y tras haber pasado antes por equipos como el Real Unión, Tenerife, Mirandés o Numancia. En Soria logró en 2008 su mayor éxito deportivo con el ascenso a Primera a falta de cinco jornadas y, ahora, con la perspectiva del tiempo admite que se equivocó al decidir no seguir en el banquillo numantino para irse al Almería. “Fue uno de los grandes errores de mi vida”. Claro que, peores recuerdos conserva de su fugaz paso por el primer equipo de la Real Sociedad. “Fue una etapa muy desagradable”, subraya, y acto seguido refrenda su desapego hacia el equipo de su tierra: “No volveré nunca a ser entrenador del primer equipo”.
Dice Arconada que si aceptó la oferta del Real Jaén (era pretendido por varios equipos del norte) fue porque le gustó el proyecto. “Me convencieron con un futuro prometedor”. Por eso, cuando llegó a Jaén él aceptó el guante y prometió luchar por “objetivos ambiciosos”. Ahora, en cambio, prefiere ser más cauto aunque sin renunciar a las metas. Para ello, dice “creer en la valía que tenemos” y, cuando se le pregunta si va a pedir algún refuerzo en el mercado de invierno, asegura que los mejores fichajes son recuperar a Paco Sutil y Vitu, ambos inactivos desde hace tiempo por sendas lesiones.
Arconada, que guarda sus mejores recuerdos de su paso por la Real Sociedad B, es un técnico al que le gusta apostar por la cantera. Hasta cuatro futbolistas de las categorías inferiores trabajan con regularidad con el primer equipo, donde ya se ha hecho un hueco Pablo Ortiz. También destaca la competitividad mostrada por otros menos habituales como Joserra, Mikel, Samu o Alberto. “Es importante que se le dé valor a los jugadores de la tierra, despiertan mucha ilusión entre la afición”, indica el técnico donostiarra. Eso sí, sin estridencias pero con claridad, lamenta el déficit de instalaciones donde se ven obligados a trabajar los más jóvenes. “Hay que ir de un campo a otro y a veces sin poder ni siquiera ducharse, y la verdad es que no es la mejor fórmula; si se quiere que haya buena cantera debe haber mejores instalaciones.
Rechaza también Arconada que se le etiquete como un entrenador conservador. “Me gustan los jugadores que tengan protagonismo en el campo, pero luego hay que buscar el equilibrio”, indica. Y es ahí donde resalta el papel que están desempeñando los jugadores más veteranos de la plantilla, que él personaliza en Óscar Quesada. “Verle, a sus 37 años, con ese espíritu competitivo es algo que debe ser un ejemplo para todos”, apunta tras subrayar la “unión” del equipo y el “cariño” que dicen sentir de la afición.
Como técnico veterano, Arconada sabe que su destino está ligado a los resultados, pero deja entrever que se siente más a gusto al frente de proyectos con una duración a medio plazo. “No me siento del todo a gusto con etapas cortas, porque parece que eres un resultadista”, señala cuando se le pregunta si aceptaría una oferta de renovación.
Tras destacar que la plantilla y el cuerpo técnico están al día en el cobro de las nóminas, Arconada dice que la noticia de un posible desembarco de empresarios egipcios en el capital del Real Jaén “no es algo que deba distraer a la plantilla”. De igual forma rechaza comparaciones entre las aspiraciones del Real Jaén y otros modelos de equipos que, como el Numancia, alcanzaron la cima del fútbol español. “Allí [en Soria] todo pasó por el lema ‘la ilusión nos hace grandes’, fue una temporada increíble, pero difícil hacer comparaciones; eso sí, hay que quedarse con lo bueno de cada sitio”.
Sí que se muestra crítico con el trato que el fútbol español le da a la Segunda División B, un pozo del que cuesta años salir de él. “No termina de funcionar bien, porque el fútbol profesional no la quiere y el amater tampoco, y está ahí en medio sin la importancia que merece”.
Éste es Gonzalo Arconada, al que muchos siguen relacionando más que por su trayectoria en los banquillos por ser hermano del célebre portero internacional Luis Miguel Arconada. Un futbolista que dice sentirse “muy cómodo y querido” en Jaén y al que todavía, seis meses después de su llegada, le siguen sorprendiendo los inmensos campos de olivos “perfectamente alineados”. Sí que añora a su familia, que está en San Sebastián, aunque agradece que las redes sociales le permitan ver a diario a sus dos nietas.