El problema de las viviendas en ruina en el conjunto histórico se eterniza y amenaza a los vecinos colindantes, sin que se pongan soluciones definitivas
Ya ni siquiera hablamos de que nuestro conjunto histórico muestre su cara más bella, más amable, más genuina, que la tiene y la podría tener mucho más, hablamos simplemente de seguridad para los vecinos y para los inquilinos de las calles que albergan desde hace décadas casas en ruinas o solares abandonados, foco de insalubridad. Las viviendas ruinosas no solo son un problema en sí, sino que afectan a los vecinos de esos inmuebles abandonados por sus propietarios y por las administraciones, principalmente por el Ayuntamiento de Jaén, pero también por la Junta de Andalucía, que tiene la competencia en materia de vivienda y cuyos programas de rehabilitación son ya, como en tantas otros asuntos, cosas del pasado. Los últimos datos que se barajan, en concreto de Jaén en Común, hablan de sesenta viviendas en ruina y unos cuarenta solares abandonados tan solo en el conjunto histórico. Ya el informe elaborado para las ayudas europeas DUSI apuntaba que el diez por ciento de las casas del casco antiguo estaban en ruina. Lo peor de todo es que esta situación no es nueva, ya que la asociación Arco del Consuelo tiene informes de hace 15 años en los que aparecen las mismas viviendas y solares que hoy continúan en estado ruinoso y de abandono. Quince años. Algunos dirigentes políticos estaban aún estudiando. Indignante y descorazonador.