El escritor jiennense Jesús Tíscar (1970) ha publicado ‘Diario inusitado de un tipo en desuso’, un libro que cuenta las venturosas desventuras del homónimo alter ego de su autor, un “tipo pedante, bastante rancio”, un personaje que nació en las redes sociales y que es protagonista del décimo libro de su bibliografía.
Desde mitad de marzo, Tíscar se dedicó a escribir a diario en Facebook y un capítulo llevó a otro, hasta sumar 68, que son los que el lector encuentra en un diario en el que el protagonista narra la soledad de su confinamiento por la pandemia del Covid-19, cómo echa de menos su copita de anís en El Pósito y cómo se enamora de una vecina que le sorprende con lo que más le gusta en esta vida. “Escribía a diario, de forma desinteresada. Tras el primer capítulo, me pedían más”, recuerda, refiriéndose a sus lectores de la red social, entre otros, la editorial Marli Brosgen, a la que agradece su apuesta.
Y es que Tíscar, que ya escribió para esta editorial el cuento ‘Historias del puto virus’, ha sido contratado. “La cuarentena me vino bien. Sin intención, me dediqué a trabajar, a escribir, y he encontrado resultados profesionales”, agradece.
En ‘Diario inusitado de un tipo en desuso’ todo ocurre en Jaén. Se presenta como una “ficción real” y narra la vida de una familia de alta alcurnia jiennense venida a menos, sin olvidar, una historia de amor, eso sí, desde el punto de vista del esperpento y la ridiculez rancia, pues el alter ego del autor “no sabe mucho de la vida porque se ha creado entre algodones rancios”.
Además de una confesión, este libro es una historia de amor, “como son de verdad esas historias, estúpidas, esdrújulas y bellas”, pero también “una broma pesada”, la “caricatura de un abismo”.
El subtítulo, ‘Alarma por peste’, es la esencia de cómo se gestaron los capítulos. Tíscar no los ha retocado, apostando por la “frescura” de haberlos escrito desde la “inmediatez” e “improvisación”. Dice: “Quizás no guarden coherencia unos capítulos con otros, pero estoy contento de que así sea porque mantienen la frescura de la publicación inmediata”.
Este diario incluye un prólogo y un epílogo inéditos, y deja un final abierto. La historia la cierra uno de los personajes que más gustó, el bautizado como ‘Pidarra’, un mendigo que iba a pedir a su alter ego y del que siempre recogía poco más de cincuenta céntimos.
Pendiente de presentación oficial, ya está disponible en Metrópolis y en Libros Prohibidos (Úbeda).