El bando del Ayuntamiento autoriza la celebración de las zambombas en la vía pública del 1 al 25 de diciembre de 2021, pero en la práctica todos los años, salvo el pasado que no se permitieron por la pandemia, hay un buen número de ellas que arrancan en los dos últimos fines de semana de noviembre. Este año no está siendo una excepción, y la estampa de plazas repletas de público cantando villancicos regresó en la jornada de ayer en enclaves como la Plaza Plateros, donde no faltó la tradicional candela y donde también hubo quejas por la presencia masiva de personas concentradas sin mascarillas y sin guardar la distancia de seguridad. Podría decirse que el mono de irse de zambombas es doble y que hay quien prefiere vivirlas ya por si la situación se complica y la pandemia se lleva por delante estas celebraciones populares.
El lleno fue generalizado en el centro de Jerez, donde aunque sin alumbrado de Navidad (la alcaldesa comunicará este lunes la fecha de encendido), ya se respiraba el ambiente navideño y las ganas que tienen los jerezanos de vivir estas fiestas en la calle. Esta expectación coincide con una semana en la que se ha confirmado la llegada de la tercera ola que acusa ya todo el país y en la que la tasa de incidencia se ha incrementado de los 50 a los 84 casos en Jerez.
Aunque el número de zambombas se duplicarán durante el puente, para el que el Ayuntamiento desplegará un
dispositivo de seguridad reforzando la zona centro con policías, en la jornada de ya ayer se estrenaron en sus respectivas sedes las primeras hermandades como las de El Transporte o la Salud de San Rafael.
En el otro extremo están las cofradías -hasta el momento solo una- que han decidido suspender su zambomba, como la del Desconsuelo, por el repunte de contagios de las últimas semanas. Hay que recordar que en menos de una semana la Policía Local ha tenido que levantar acta y desalojar dos establecimientos que celebraban zambombas a puerta cerrada por exceso de aforo (en algunos casos lo triplicaba) en Plaza Silos y calle Bodegas.