El Gobierno local está trabajando ya con la vista puesta en el ‘día después’ de la finalización de las obras del denominado eje del Arroyo, que por espacio de algo más de un año han afectado tanto a la plaza del mismo nombre como fundamentalmente a las calles José Luis Díez y Padre Luis Bellido.
El diseño de plataforma única y la necesidad de dotar a la ciudad de una
Zona de Bajas Emisiones (ZBE) permitirán que a este enclave se le otorgue
“prioridad peatonal” en cuanto concluyan y se recepcionen las obras, tal y como admiten ya fuentes del propio Ejecutivo municipal.
Por tanto, el tramo en el que se han desarrollado los trabajos de reurbanización estrenará señales verticales que limitarán la
velocidad máxima de circulación a 10 kilómetros por hora.
Además, se realizarán estudios y se mantendrán encuentros con los sectores afectados encaminados a la búsqueda del mayor consenso posible sobre el futuro de esta zona en lo que a movilidad se refiere.
A nadie escapa que se trata de un espacio del centro histórico difícilmente peatonalizable al cien por cien dado que es necesario facilitar el acceso al mismo de los residentes que cuentan con plaza de garaje, así como a los servicios propios del centro de salud de José Luis Díez. Ello sin contar con que este vial es utilizado para acceder a un aparcamiento subterráneo.
Precisamente
para regular los flujos del tráfico se instalarán cámaras de vigilancia, que ofrecerán información detallada sobre el tráfico y sus necesidades diarias.
La instalación de esas cámaras está contemplada en el contrato de suministro e instalación de la sala de control de tráfico de la nueva Jefatura de la Policía Local, que fue
recientemente adjudicado a la empresa Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas (SICE) por 829.999 euros (IVA incluido).
Este contrato tiene como objetivo poner a la ciudad en disposición de incorporar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), cumpliéndose así lo dispuesto en la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, que obliga a restringir las emisiones en un área concreta de la ciudad antes de la finalización de 2023.
Las cámaras que van a ser instaladas en virtud de este contrato permitirán identificar a los vehículos que circulen por los lugares reservados a residentes y autorizados, habilitándose además un mecanismo de notificación inmediato a la Policía Local que agilizará la tramitación de las correspondientes sanciones.
En el caso concreto del eje del Arroyo, antes de la instalación de las cámaras será necesario recepcionar las obras –que ya están prácticamente finalizadas- y acometer las canalizaciones del cableado de estos nuevos equipos. Además, es imprescindible que la nueva Jefatura de la Policía Local estrene la sala de control de tráfico que ya ha sido adjudicada.