Al cierre del ejercicio del 2009 la aerolínea cifraba su deuda total en 7,5 millones de euros
Tras quince meses de operaciones, Andalus Líneas Aéreas, la compañía de vuelos regionales, ve amenazada su continuidad. Según publicaba en su edición del jueves PR Logística, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha iniciado el procedimiento para la suspensión o revocación de la Licencia de Operador Aéreo (AOC) a Ándalus, un requisito fundamental para que cualquier compañía aérea pueda volar. La aerolínea andaluza obtuvo su permiso el 23 de enero de 2009.
El documento remitido por la oficina de Fomento fundamenta el inicio del procedimiento debido a la “mala situación” que atraviesa la compañía, que al cierre del ejercicio del 2009 poseía unas pérdidas de 5,5 millones de euros, cifrándose la deuda total en 7,5 millones.
De hecho, la compañía adeuda varias mensualidades a sus ochenta trabajadores. Aviación Civil cifra en un 19 por ciento las obligaciones que Ándalus puede hacer frente a corto plazo. En una reunión mantenida entre las autoridades aéreas y el por entonces director general de la compañía, Fernando Guerrero, el pasado 17 de febrero, éstas le conminaron a presentar un plan de viabilidad en el que se contemplasen medidas financieras que garantizasen la continuidad de la aerolínea. A fecha de hoy, Fomento no ha tenido noticias de dicho plan, por lo que ha iniciado el procedimiento de suspensión.
Acuciada por las deudas con sus proveedores, el impago de sus obligaciones con los trabajadores, así como la amenaza de la retirada por la vía judicial de dos de sus aeronaves - que ahora tiene en leasing con la compañía Gecas (General Electric Capital Aviation Service), debido al impago de 600.000 dólares - sus propietarios buscan una solución a la desesperada. Esta situación ha generado la suspensión de los vuelos entre Gibraltar/Madrid y Barcelona, Madrid/San Sebastián y San Sebastián/Barcelona generando problemas a unos 1.000 usuarios que vieron cancelados sus vuelos, muchos de los cuales están a la espera de compensación.
Todo apunta a que los trabajadores han intentado llegar a una solución negociada que les asegure su supervivencia. Sin embargo, la compañía lejos de intentar un acuerdo está teniendo un comportamiento calificado como “mafioso” por algunos ex empleados. Se da la circunstancia de que desde el mes de octubre se aplicó una bajada de un 10 por ciento de los sueldos, de manera unilateral, por parte de Ándalus sin que hubiese aceptación de los trabajadores.
De continuar la presente situación, los augurios de EASA se harán realidad “de persistir, la sociedad está abocada a su disolución”.