Ante el maltrato que le dio la profesión, se refugió en la cultura para desplegar sus dosis creativas
Tani, Miguel Alberto e Isaías, casi al unísono, me han dado al levantarme la mala nueva. Pocas semanas después de la desaparición de José Luis Tobalina, otro compañero es noticia: Rafael Viso ya que el mismo mal que se llevó a José Luis ha podido también con él. La verdad es que Viso mezclaba ciertas dosis de bohemia, muy propia de esta profesión, con una serie de inquietudes personales que rebasaban con amplitud el ámbito periodístico. Ante el maltrato que le dio la profesión, se refugió en la cultura para desplegar sus dosis creativas.
Coincidí con Viso en el periódico que tiene usted en estos momentos entre las manos. El primer día de cada semana tenía una cita con los lectores de EL FARO bajo el epígrafe de Los Lunes al Sol.
Hizo suyo el título de la película dirigida por Fernando León y protagonizada, entre otros, por Javier Bardem. A través de aquella patita (columna en el argot periodístico) conseguía varios objetivos. Uno, el principal, expresar sus inquietudes. No era un sesudo análisis de opinión sobre temas de actualidad, no. Eran líneas costumbristas. Le gustaba observar lo que estaba a su alrededor y describirlo.
A través de sus líneas no era difícil imaginar a Viso charlando con Santa (el papel interpretado por Bardem en la película) y José (Luis Tovar) en la cubierta del barco mostrando sus rostros al sol y navegando por la Bahía de Algeciras lamentándose de la reconversión industrial y de la lacra del paro.
Normalmente el recuerdo es para quien nos deja, pero me encantaría aprovechar esta oportunidad para que todo el mundo conozca que Isaías es Bueno de apellido y también de actitud. Él ha estado hasta el último momento junto a Viso. Ha estado pendiente de él y le ha ayudado a soportar esa cruel enfermedad en sus momentos más duros. Gracias Isaías por haber hecho lo que otros no hemos sabido, y hasta siempre Viso. Me quedo con tu recuerdo y con aquellos Lunes al Sol.