Árbitro: Hidalgo Marcos. Desastroso. Expulsó a Higuera (78 minutos). Amarillas a .Javi Muñoz (80 minutos), Chirri (85 minutos), Yepes (89 minutos)
Incidencias: Partido de la décimo octava jornada de la Liga de Tercera División. Doscientos cincuenta espectadores en el Municipal Prado de la Feria de Medina. Césped en malas condiciones.
A perro flaco. El Xerez acabó con derrota uno de los años más horribles que se recuerdan en su ya sexagenaria historia. De estar en la Liga de Fútbol Profesional a jugar en el pozo de Tercera; de enseñorearse en Chapín a estar exiliado, forzado o sin forzar que cada cual no analice, en Medina Sidonia. De tener siete mil socios a no llegar al centenar; de pensar en Primera, a estar a siete puntos del descenso a la Andaluza; de ser el buque insignia del deporte provincial a convertirse en una institución que está más cerca cada día del k.o.
La forma en que, desgraciadamente, ha ido en picado este club en este año lo demuestran los arbitrajes que está sufriendo, lo que indica el escaso respeto que, lamentablemente, se le tiene en según qué estamentos. Lo de ayer fue denunciable. Penalti a Chirri no señalado y penalti pitado en contra del Xerez,m en concreto a Javi Muñoz cuando cayó sobre Pecci cuando todo hacía indicar que la falta era del atacante conileño. Ni el propio Mere, entrenador del Conil, se atrevió a hablar de la jugada en sala de prensa. Lamentable.
Ahí perdió el partido del Xerez. O perdió un punto. Porque sinceramente el equipo acusa una falta de gol alarmante. Iván Aguilar no conecta con la puerta en los últimos choques y era el único que lo hacía. No lo hace y se acabó. Y hubo un rosario de oportunidades y quien llevó el control del partido fue el Xerez, el que disparó fue el Xerez, el que jugó con sentido fue el Xerez, aunque tal vez muy por el centro lo que facilitaba la labor defensiva de los azul y amarillos, pero ciertamente si alguien mereció ganar ese fue el Xerez. Pero llegó la pifia arbitral, en una jugada de contra visitante con el equipo azulino volcado sobre la meta de Carrasco. Y como los problemas no vienen solos, sino que se añaden, pues penalti inexistente y derrota. Dos puntos de nueve posibles en la era de Higuera que, obviamente, no tiene culpa alguna de los que árbitros piten en cuatro días dos penaltis inexistentes, uno en El Rosal y otro en Medina; no tiene culpa que Chirri y Aguilar no materializasen dos claras jugadas de gol en el primer periodo; ni que el ‘nueve’ lazase al palo y el rechace no fuese capaz de convertirlo en gol Chirri. Hubo más ocasiones. Balones al corazón del área que no encontraron ni la testa ni el pie salvador; balones que podían llegar a su objetivo y que no llegaban finalmente. De eso nadie tiene culpa; son las circunstancias que son contrarias a un club que no se sabe hasta dónde va a llegar.
