La Policía Nacional ha desarticulado en Jerez de la Frontera (Cádiz) cuatro puntos de venta de droga, tres de ellos localizados en un mismo bloque de viviendas y otro en un edificio situado a unos 50 metros. La operación se ha saldado con cinco detenidos, la incautación de diversas cantidades de heroína y cocaína, dinero en metálico y varias armas, entre ellas una pistola.
En una nota, la Policía explica que entre los detenidos en la 'operación Tridente' se encuentran los máximos responsables de la venta, así como otros individuos que supuestamente actuaban como una especie de "servicio de vigilancia colectiva" para dar la voz de alarma ante la presencia policial.
La investigación determinó que en un edificio de viviendas sociales de la zona norte conocido como 'Las 54 viviendas' habría tres puntos de venta de droga situados en diferentes plantas del inmueble. Además, los responsables de uno de los puntos de venta habrían ocupado un vivienda situada en un bloque cercano que estarían utilizando para almacenar la droga que posteriormente vendían en el otro edificio.
Una vez que los agentes recabaron los indicios y pruebas suficientes, se dio traslado a la autoridad judicial de las correspondientes peticiones de entrada para llevar a cabo registros de forma simultanea.
Para esta operación, los investigadores contaron con la participación de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) ante las sospechas de que los investigados pudieran disponer de armas, como posteriormente se demostró.
Destaca que varios de los pisos se encontraban "bunkerizados", con medidas de seguridad instaladas "inusuales y desmedidas" para un domicilio corriente, tales como puertas reforzadas y blindadas con grandes placas metálicas, incluso con la instalación de cierres interiores mediante vigas de hierro, ventanas clausuradas y tapiadas, etcétera.
Los detenidos, dos hombres y tres mujeres, cuentan con antecedentes previos por la comisión de distintos delitos. Todos ellos han sido puestos a disposición judicial, ordenándose el ingreso en prisión sin fianza para los dos supuestos responsables del punto de venta más activo, quedando el resto en libertad con cargos a la espera de juicio.