Sopla a favor y Jerez no está desaprovechando la ocasión de recuperar el terreno perdido en los años de recesión económica. El Gran Premio de España de Motociclismo era, tras la Semana Santa, el segundo evento del calendario de primavera que venía a poner a prueba esa recuperación y los primeros indicadores evidencian que la prueba ha sido superada con éxito. A ello han contribuido también el buen tiempo y los éxitos deportivos, que se convirtieron ayer en el mejor colofón posible a un fin de semana para enmarcar.
El circuito de velocidad congregó este domingo a 68.731 espectadores, alcanzando la cifra de 129.890 durante todo el Gran Premio. Son casi 10.000 más que el año pasado, cuando por primera vez se ofreció la cifra real de espectadores a este evento deportivo. Un dato relevante es que el sábado accedieron al interior del circuito 49.504 personas, un número bastante considerable que viene a constar que los aficionados a las dos ruedas han llegado este año a Jerez antes que en ocasiones precedentes.
En un primer balance, la alcaldesa, Mamen Sánchez, expresó su convencimiento de que la ciudad ha sido “recuperada” este año “para los moteros”, que han “podido disfrutar y pasear libremente”. “Muchos de los visitantes han optado por quedarse en Jerez y el mismo jueves ya vimos una afluencia importante, como hacía mucho tiempo que no se veía”, aseguró.
A pesar de que durante este pasado fin de semana la ciudad “prácticamente ha duplicado su población”, apenas se han registrado incidentes de especial gravedad, lo que llevó a Sánchez a reconocer que la población en general “es cada vez más consciente” de la necesidad de poner su grano de arena “para que todo transcurra con normalidad” y para que primen “el evento deportivo y la diversión” sobre otro tipo de cuestiones.
La “repercusión” internacional del Gran Premio de España de Motociclismo es innegable, con todo lo que ello supone para la proyección en el exterior de Jerez y la provincia. Pero más allá de lo que genere esa promoción en el futuro, tanto el evento deportivo como la concentración motera tiene unos beneficiarios inmediatos. “Mañana -por hoy- tendremos que hacer un balance más en firme llamando a todo el mundo, pero la hostelería está bastante contenta. Las expectativas eran más altas que el año pasado y de hecho casi todas las reservas iban a subir un 5 por ciento”, recordó la alcaldesa, que ha tenido ya oportunidad de pulsar la opinión de varios profesionales del sector.
Con ese balance definitivo todavía pendiente de realizar, el Ayuntamiento piensa ya en la próxima edición del Gran Premio y en la puesta en marcha de iniciativas encaminadas a favorecer un nuevo incremento en el número de espectadores. “Este año creo que ha sido muy acertada la promoción que hicimos en los primeros meses del año, ofreciendo entradas a precios más razonables. La gente joven hizo uso de esa campaña y eso permite abrir nuevas vías de cara a un futuro”, explicó Mamen Sánchez.
Entre otras cosas se baraja la posibilidad de sumar a esta promoción otra que consista en ofrecer “packs de entradas familiares” y favorezca “que las familias puedan disfrutar del Gran Premio”.
El circuito se encuentra ahora ante el reto que supone siempre el reasfaltado de la pista, que se lleva a cabo de manera periódica con la intención de ofrecer las mejores condiciones posibles a los pilotos. “El Ayuntamiento tiene que hacer ahora un esfuerzo económico, de un millón de euros aproximadamente, porque la pista lleva diez años sin asfaltar y aunque ha pasado todos los test, es una obra necesaria. Las obras saldrán a concurso y lo que pretendemos es que se hagan bien para la pista dure otros diez años”, añadió Mamen Sánchez.
La edición de 2018 es la última incluida en el convenio con la Junta para el pago del canon a Dorna, si bien todo parece encaminado para mantener el Gran Premio.