El teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz, ha visitado hoy la Escuela de Verano del Zoo, una propuesta educativa que formará en valores medioambientales a 90 niños y niñas durante julio y agosto. Esta propuesta educativa y lúdica, que tiene todavía algunas plazas libres para el mes de agosto, ofrece a los más pequeños la oportunidad de conocer la vida diaria del Zoo, el trabajo que se realiza con los animales, y también su riqueza botánica.
El teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz, ha señalado que “otro año más, hemos puesto en marcha la Escuela de Verano del Zoo, que siempre cuenta con un gran éxito de participación. Son 90 niños y niñas que van estar durante seis semanas viviendo una experiencia única desde el punto de vita de la educación y la concienciación, con un amplio número de actividades”. Díaz ha destacado que “hay niños que incluso repiten de un año a otro porque los padres apuestan por esa educación en valores, y qué mejor para ello que este zoo, que además es pionero en muchos aspectos. Hay que hacer un reconocimiento a la plantilla del Zoo por impulsar estos proyectos educativos y esa profesionalidad es ese plus que ofrece el zoo”.
Las actividades que desarrolla la Escuela de Verano ofrece a los niños y niñas la posibilidad de convertirse en auténticos naturalistas, descubriendo la fauna salvaje, desde los ejemplares de mayor tamaño, leones, jirafas o hipopótamos, a los más pequeños, como son suricatos, monos capuchinos o titis. Los participantes tienen ocasión de convertirse por unos días en ornitólogos, aprendiendo a conocer al miná de bali, el buitre negro o el ibis eremita. Con esta observación, aprenderán cómo se desarrolla la vida diaria en el Zoo, el cuidado de los animales, la alimentación, participando en la medida de lo posible en estas tareas.
En el transcurso de la semana, los niños y niñas visitan desde la clínica veterinaria, al taller de osteología (donde pueden ver la colección de esqueletos de animales), la biblioteca, el vivero, y disfrutan también del paseo en tren.
Una de las propuestas que más éxito tiene es la de participar en el conocido como enriquecimiento ambiental, que supone ofrecer un entretenimiento a los animales escondiéndoles diversos tipos de alimentos para ofrecerles la posibilidad de alcanzarlos. Conocer las diferentes crías, ver los huevos de avestruz o ñandú, o divertirse refrescándose en el Zoo con las actividades con agua, son propuestas que ofrecen una semana inolvidable aprendiendo a respetar y cuidar la naturaleza.