Aclarear la situación de Oliver en la SAD es un paso decisivo para abordar el necesario orden institucional
El Xerez Club Deportivo sigue con vida después de un final de agosto tremendamente convulso que hizo temer, incluso, por la supervivencia del equipo. Finalmente se pagaron las deudas que se habían generado durante la pasada campaña y el equipo pudo debutar ante la Balompédica Lebrijana. Deportivamente hablando se se salvó sobre la bocina la continuidad de la entidad, pero institucionalmente han quedado muchos flecos pendientes que hay que intentar ir arreglando, so pena que se entre en una espiral altamente peligrosa.
Económicamente, al margen de la millonaria deuda del concurso de acreedores a la que obviamente no se puede hacer frente en una categoría amateur, se han aplazado 20 mil euros con AFE, habiéndose pagado 68 mil. A Ruz se le sigue debiendo 29 mil euros, después de que se le haya abonado 11 mil y a José Vega aún se le adeudan unos 12 mil euros. De los ex jugadores de Segunda había una deuda de 200 mil de la que restan apenas 40 mil, aunque hay que pagarla en agosto del año próximo. Después hay que hacer frente a un presupuesto que oscilará en torno a los doscientos mil euros. Se espera la llegada de otro patrocinador y hay que buscar dinero para no ir generando deudas y pasar, en ese sentido, una temporada tranquila y un verano aún más tranquilo.
Pero es que, institucionalmente, habrá que ver qué pasa finalmente con Luis Oliver, que ha dado un paso al lado y que ya no está en la gestión del día a día. Esa supuesta mayoría accionarial que tiene, aunque no aparece en registro alguno, habrá que negociarla para que las mismas pasen a manos de los aficionados o otras manos, siempre a colectivos que de verdad apuesten por el futuro de la entidad, que convoquen una junta general de accionistas, que formen un consejo de administración, que llamen a una junta de acreedores y negocien el convenio y que con la legalidad se pueda sentar con el Ayuntamiento y alcanzar un acuerdo para poder entrenar y jugar en Jerez sin necesidad de tener que pasar cada día y cada domingo de partido por la taquilla municipal.
Una vez salvado deportivamente el equipo, una vez que se sigue jugando en el Grupo X de Tercera División, hay que intentar poner de una vez y por todas las bases para un futuro real y no seguir solo pendientes del día a día, que es muy difícil por las circustancias que rodean a la entidad, ya que se esa manera va a ser tremendamente complejo que la sociedad se termine estabilizando.
Temas como los que hemos dejado sentados saltaron a la palestra el día de la reunión del SOS en Carrefour Sur -la sede de Afición Xerecista se quedó pequeña- y cuando esta terminó y los aficionados siguieron la misma ya de una manera más informal. El cuerpo social del club ha crecido con los últimos movimientos, se ha reducido considerablemente el presupuesto del año y hay que asegurar los ingresos para pagar árbitros, nóminas y desplazamientos y después hay que buscar ese equilibrio institucional que se necesite, ya que sin el mismo el crecimiento social y deportivo va a ser muy complejo.