Está investigado por delitos de atentado a la autoridad y quebrantamiento de la orden de alejamiento
El Juzgado de Instrucción número 5 de Málaga ha decretado prisión provisional y sin fianza para el hombre que tuvo que ser reducido el pasado lunes en Rincón de la Victoria (Malaga) por varios guardias civiles que acudieron tras la alerta de que había quebrantado una orden de alejamiento hacia su expareja.
El juzgado, en funciones de guardia, está investigado al detenido por dos delitos, atentado a la autoridad y quebrantamiento de medida cautelar, por lo que se han abierto dos procedimientos diferentes, según han informado a EFE fuentes judiciales.
El titular del Juzgado ha acordado la prisión por el delito de atentado y remitirá la parte relativa al quebrantamiento al Juzgado de Violencia sobre la Mujer que corresponda.
El pasado lunes la Guardia Civil disparó en las piernas al investigado después de que arremetiera con dos armas blancas contra una agente que trataba de detenerlo porque, presuntamente, había quebrantado una orden de alejamiento hacia su expareja.
Tras detenerlo tuvo que ser trasladado a urgencias con heridas de bala y arma blanca (porque se autolesionó) donde ha permanecido hasta este miércoles y a última hora de la tarde pasó a disposición judicial.
Este hombre tiene numerosos antecedentes policiales por violencia de género y tenía en vigor una requisitoria judicial con orden de búsqueda y detención por delitos de resistencia y desobediencia.
El suceso ocurrió sobre las 22:30 horas en el paseo marítimo después de que los agentes recibieran el aviso de una mujer de la localidad malagueña que alertaba de que su expareja, con orden de alejamiento en vigor, la estaba amenazando e intentando entrar en el domicilio y que portaba un cuchillo de grandes dimensiones.
Cuando llegó la patrulla a las inmediaciones del domicilio, el detenido emprendió la huida, mostrando una actitud muy agresiva y amenazante en todo momento.
Los agentes le pidieron insistentemente que se calmara pero hizo caso omiso y desatendió las indicaciones de los mismos, sacando dos armas blancas de grandes dimensiones con las que comenzó a amenazar a los guardias civiles.
El agresor se dirigió hacia dos agentes (un hombre y una mujer), que tuvieron que desenfundar sus armas reglamentarias mientras retrocedían porque el hombre iba hacia ellos.
En un momento dado el maltratador se dirigió hacia la agente y ella, mientras retrocedía, le pidió que tirara las armas, algo que no hizo, por lo que tuvieron que dispararle y sufrió tres impactos de bala en partes no vitales de las piernas.
Tras ser repelido por los guardias civiles, el hombre se autolesionó en el abdomen y en el cuello con las armas blancas que portaba.
A la llegada de varias patrullas, el agresor fue reducido por los guardias civiles y se dio aviso a los servicios médicos, que lo trasladaron hasta el Hospital Regional de Málaga para recibir atención sanitaria.