La Fundación Unicaja “debe ser
contundente” a la hora de
cesar a los cuatro consejeros dominicales que, como accionista mayoritario de Unicaja Banco tiene en el consejo de administración de la entidad. Es lo que ha destacado en declaraciones a Viva Málaga el jurista
Pedro Moreno Brenes, promotor de la Plataforma Salvemos Unicaja, toda vez que considera que estos representantes, que fueron nombrado por el anterior mandatario de la Fundación, Braulio Medel en plenas fechas navideñas,
“se han agarrado al puesto”.
A juicio de Moreno Brenes, la Fundación
tiene capacidad para provocar este cese en un patronato extraordinario, por lo que considera
natural que así se haga una vez que José Manuel Domínguez preside ahora, en sustitución de Medel, la Fundación. Algo además, que considera debe realizarse
antes de que llegue el momento a mediados de junio de decidir si el actual consejero delegado, Manuel Menéndez -procedente de Liberbank-, sigue o eligen otro primer ejecutivo. De esta manera, se restablecería el equilibrio representativo que ahora es de 60% para la entidad asturiana, que era minoritaria en el momento de la absorción.
Así, según Moreno Brenes, se asegura la vinculación con Málaga y con Andalucía, aunque sea ahora Unicaja Banco una entidad ámbito nacional. Para el promotor de la plataforma, lo lógico “es que si quienes te nombraron ya no están en la Fundación, te vayas, por una cuestión ética y estética, de no perjudicar a la entidad.
La
Fundación Unicaja quiere
cambiar a sus cuatro consejeros dominicales en Unicaja Banco -quinta entidad financiera de España y de la que es su principal accionista-, por la
pérdida de confianza, han asegurado a EFE fuentes financieras, que señalan el
problema de incomunicación con tales representantes.
Desde la fundación se ha intentado conversar con esos consejeros dominicales -que están en la fase inicial de su actual mandato- y
a un encuentro previsto en julio pasado faltaron dos de ellos, asistieron el expresidente de la Diputación de Málaga Juan Fraile y Teresa Sáez (en este último caso por videoconferencia).
A los cuatro consejeros se les reprocha contribuir a invertir el reparto de la ecuación de
canje de la fusión por la que Unicaja Banco absorbió a Liberbank con una mayoría resultante del bloque de la antigua Unicaja frente a la entidad de origen asturiano (un 60 por ciento frente a un 40).
Tras varios
intentos imposibles de entrevistarse con los consejeros,
la fundación plantea la necesidad de sustituirlos, una decisión que -al parecer- no ha sido recibida de forma favorable por ellos.
En el horizonte está que
a mediados de 2023 el banco cambie su modelo de gobernanza: el puesto de presidente, que ostenta Manuel Azuaga -procedente de la antigua Unicaja-, perderá funciones ejecutivas, y se decidirá si el consejero delegado, Manuel Menéndez -procedente de Liberbank-, sigue o eligen otro primer ejecutivo.
Durante el patronato de la fundación de la pasada semana, su presidente, José Manuel Domínguez, planteó en un punto del orden del día la necesidad de
resolver el problema de falta de confianza en los consejeros por parte de los patronos que los nombraron y que deben velar por la gestión eficaz de la participación accionarial en el banco. Varios participantes en aquel patronato intervinieron en la línea de sustituir a los consejeros dominicales y la
voluntad fue mayoritaria.
Las fuentes precisan que no se produce ni un mínimo intercambio de opinión con los consejeros, aunque después ellos actuasen de forma independiente. Por otra parte, otras fuentes han asegurado a EFE que
el empresario Tomás Olivo ha aumentado su participación accionarial en Unicaja Banco hasta el punto de
permitirle solicitar un puesto en el consejo de administración -en el ejercicio del derecho de representación proporcional-, como hizo en su día el Grupo textil Mayoral.
En el último patronato se incorporaron dos nuevos patronos: el abogado, exvicepresidente primero ejecutivo de Unicaja y Unicaja Banco y exdiputado del PP Manuel Atencia, como representante de la Fundación Moctezuma -una de las fundadoras de Unicaja-, y la economista María Mata.