El chaparrón no cesa en Málaga y es más bienvenido que nunca tras meses de sequía. Lo agradecen los pantanos, los campos y sus gentes, que miran al cielo con alivio en un viernes de
aviso amarillo por lluvias y tormentas que se han dado en las comarcas de Antequera, Axarquía y Sol y Guadalhorce, donde también hubo aviso por viento. Se han sobrepasado ya los
100 litros por metro cuadrado en el cómputo global de toda la provincia.
La jornada empezó con
alerta naranja, pero la Agencia Estatal de Meteorología informó de que finalmente quedaba cancelado y se rebajaba al amarillo. Emergencias
112 recomienda "extremar la precaución" y no circular por carretera si no es necesario. De hecho, por la mañana hubo un accidente en la carretera A-45, en Antequera. Un camión volcó y dos personas han resultado heridas. Se cortó el tráfico y se restableció horas más tarde.
El cuerpo de bomberos ha realizado cerca de 30 actuaciones por
inundaciones, árboles y ramas caídas y desprendimientos de cornisas. La
caída de un rayo en un edificio ha roto la tubería del gas, del agua y ha provocado un pequeño incendio, aunque no ha habido daños personales.
No hubo, eso sí, incidencias graves, aunque sí se atendieron otros casos más leves como piedras desprendidas en la calzada en algunos puntos de Vélez-Málaga, árboles caídos en Fuengirola, balsas de agua en calles de Málaga capital, carreteras cortadas en Marbella y algunas viviendas anegadas en municipios como el de Mijas.
La lluvia seguirá calando desde este viernes y dará una tregua el sábado en la mayor parte de la provincia malagueña. Pero volverá el domingo se mantendrá con cierta inestabilidad durante toda la próxima semana.