Se hizo de rogar, pero
Lago Junior ya es del Málaga y está metido en dinámica para debutar cuanto antes. El extremo, que llega libre procedente del RCD Mallorca
hasta 2024, conoció a sus nuevos compañeros y llegó al entrenamiento junto a Aleix Febas, con quien coincidió en el equipo bermellón.
El jugador costamarfileño es la tercera incorporación en el mercado invernal tras las operaciones de
Julián Delmás y
Arvin Appiah. Visiblemente a tono físico (está fino, aunque con la edad ha perdido la explosividad que entusiasmó a la afición mallorquina), completó todas las tareas dispuestas por el cuerpo técnico blanquiazul, repartidas en dos partes y dos escenarios: en el Anexo y en el césped de La Rosaleda.
Con Lago se cubre la necesidad de reforzar las bandas, huérfanas de velocidad, profundidad y uno contra uno. Viene de no contar apenas para Javier Aguirre en Primera, por lo que ve en Málaga una oportunidad para demostrar que sus capacidades no se han diluido. Puede ser un jugador muy aprovechable, si bien es cierto que
su plenitud ya pasó.
El balón es el que hablará, pero se espera de él y de Appiah que aporten la chispa que el Málaga solo tuvo en aquellos escasos minutos pletóricos de
Haitam antes de su lesión de rodilla. Al igual que con Delmás se pretende ser más sólidos y verticales en el lateral derecho. Tres incorporaciones que Mel quiere que tengan efecto inmediato: alguno de los tres o incluso todos apuntan a tener minutos en
Eibar.
Por otro lado, este jueves se confirmó la
lesión de Genaro, con dolencias en el adductor mediano de su pierna izquierda. No iba a jugar por acumulación de amarillas, pero tendrá que parar en lo físico.
Ramón,
Escassi, Moussa, Víctor Olmo y Haitam continúan con sus respectivos procesos de recuperación. Lumor, tras su vuelta de Ghana, volvió al grupo con la incógnita de su futuro próximo.